TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Encapuchados con gorros pasamontañas y con vestimenta similar a la utilizada por los cuerpos militares, sicarios acribillaron a tiros a dos hombres en la carretera al departamento de Olancho.
Justo cuando se acababa de estacionar en su vehículo, frente a la casa de habitación de su madre, un pequeño comerciante y su amigo fueron tiroteados en el caserío Nueva Flores, a la altura del kilómetro 22 de la vía a Olancho.
Las víctimas fueron identificadas como Osman Rolando Valeriano Raudales, de 36 años de edad y su amigo Elvin de Jesús Gámez Matamoros, de 38 años, apodado “El Negro”.
Testigos oculares del doble crimen relataron que Osman se acababa de estacionar, cuando otro carro, aparentemente tipo pick-up, se estacionó en la carretera, frente a la vivienda, de donde se bajaron varios sujetos armados con armas tipo fusil.
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La madre presenció el ataque
Sin intercambiar palabras comenzaron a disparar contra los dos hombres; estos intentaron esquivar el ataque pero fueron alcanzados por la gran cantidad de proyectiles disparados por los agresores. Osman quedó a escasos metros de la calzada, mientras que su compañero intentó refugiarse atrás de un muro de concreto y piedra, pero hasta allí llegaron a rematarlo.
Los victimarios, sin precisar el número, abordaron nuevamente el automotor y salieron en veloz carrera con rumbo a la capital de la República. La primera en salir a ver lo que ocurría fue la madre de Osman, quien habría presenciado la muerte de su hijo, pero los pistoleros le perdonaron la vida.
En el Zonal Belén
Familiares de Osman contaron que él tenía un pequeño negocio de venta de dulce de rapadura en el mercado Zonal Belén, en Comayagüela y que Elvin de Jesús era su ayudante, quien residía en la colonia La Joya, de la capital.
Asimismo manifestaron que era propietario de varias volquetas ya que también se dedicaba a la extracción de arena y grava en la ribera del río Choluteca, en la zona de Nueva Flores.
El hecho se perpetró alrededor de las 11:50 de la mañana y, según los vecinos, se escucharon las ráfagas de disparos pero no pudieron identificar a ninguno de los hechores.
Alrededor de los cuerpos quedaron unos 20 casquillos de arma de grueso calibre, encontrados en el proceso de la escena del crimen por parte de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Los parientes cercanos de Osman salieron casi de inmediato de su casa, que está a pocos metros de donde ocurrió el hecho, pero el joven ya estaba muerto. Agentes policiales llegaron al lugar para acordonar la escena y al cabo de unas horas los cuerpos fueron levantados por personal de Medicina Forense.
Se conoció que la Policía detuvo a varios hombres que iban en un carro a la altura de la cuesta de El Chile, sospechoso de haber participado en las muertes, pero este extremo no fue confirmado.
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