SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Un terrible hecho se registró el domingo en horas de la madrugada cuando un hombre acribilló a su mujer en El Ocotillo, San Pedro Sula, norte de Honduras.
La víctima, quien en vida respondía al nombre de Rosa Delia Ramírez, de 44 años, fue apuñalada por su pareja sentimental, identificada como Carlos Antonio Bardales, alias el “Chuki”, quien se había dado a la fuga tras el brutal asesinato.
Evelyn Ramírez, hija de la ahora occisa, publicó en sus redes sociales un mensaje lamentando la pérdida de su madre.
“Siempre te voy a recordar mamita, no sé qué voy a hacer sin ti, pero tengo que ser fuerte. Nunca pensé que el sábado iba a hacer la última vez que te hablara mami”, inició el post.
Ramírez, quien actualmente reside en Estados Unidos, es madre de un pequeño de tan solo meses de nacido, a quien la víctima no logró conocer debido a lo sucedido.
“Mi niño ya no lo vas a conocer, te prometo que haré todo lo que tú querías mami, que diosito te tenga en su santa gloria mami, te amo por siempre”, finalizó el mensaje de Ramírez.
Asimismo, Evelyn publicó en otro post, un mensaje indicando que deseaba que encontraran al culpable de la muerte de su madre.
“Sé que vas a ver esta publicación porque soy tu hija y stalkeas mi perfil, Ojalá bruchi te encuentren, ya sabes quienes y te hagan lo mismo que le hiciste a ella y hasta peor”, advirtió la joven.
Además, aseguró que ella jamás lo iba a perdonar, debido al gran dolor que causó al quitarle la vida a su madre.
“No te mereces perdón de Dios, me quitaste a mi mami y eso es algo que jamás te voy a perdonar, me dejaste sola sin ella”, lamentó la joven.
Su captura
Luego de la noticia de este feminicidio, vecinos empezaron la búsqueda del culpable, identificado como Carlos Antonio Bardales, quienes horas después lograron capturar al malhechor entre unos matorrales.
El culpable de este fatal crimen confesó con frialdad haber asesinado a machetazos a su esposa, sin remordimiento alguno, quedando irreconocible por las múltiples heridas.
Tras la captura, vecinos enfurecidos quisieron cobrar la muerte de Rosa. Sin embargo, estos decidieron entregarlo a la Policía Nacional.