Cada vez son más los hombres que denuncian ser víctimas de violencia doméstica reveló este jueves el Poder Judicial.
Los Juzgados contra la Violencia Doméstica reportan hasta el mes de octubre unos 488 denuncias interpuesta por hombres que han recibido violencia por parte de su compañera de hogar.
En 2015 se contabilizaron 4 57 casos denunciados por esta índole.
Las denuncias de los hondureños representan el 10% de las denuncias que reciben los Juzgados de la capital, sin embargo solo un tres o cuatro porciento realmente sufren de violencia por parte de la mujer, explica Gloria Martínez, trabajadora social.
Los registros revelan que el resto de denuncias por este delito en efecto se trata de violencia mutua. Por el contrario, las denuncias de violencia del hombre hacia la mujer aumenta en 30 casos por año.
'Se dan casos de mujeres que violentan a sus parejas, pero son una minoría en comparación a los casos que se reciben de mujeres agredidas', detalló.
'Ahora el hombre se atreve a poner la denuncia. Por el machismo el hombre no ha denunciado para no exponer publicamente lo sucedido, aunque los casos se manejan con secreatividad', agregó la abogada Ana Concepción Romero, coordinadora del Juzgado contra la Violencia Doméstica.
Los Juzgados han detectado que buena parte de las denuncias de los hombres son para adelantarse a sus mujeres, ya que son ellos los que han ejercido violencia y ellas solo han reaccionado por defenderse.
Para detectar lo que realmente sucede las autoridades ahondan en la vida familiar de la pareja y se entrevista a los hijos hasta determinar la realidad.
Si bien la ley contra la violencia doméstica se creó para erradicar la violencia contra la mujer, la misma es aplicada a favor de los hombres por derecho cuando estos requieren la debida atención.
Esta semana un hombre en San Pedro Sula denunció que 'no hay justicia para los hombres' en Honduras, luego que una jueza no le admitiera sus testigos en un caso por violencia doméstica en contra de su esposa.
Al final el hombre condenado a trabajos comunitarios y la prohibición de acercarse a su pareja.