Al menos 35 reos fueron trasladados la mañana del jueves a celdas de máxima seguridad en la capital de Honduras desde San Pedro Sula y la aldea de Támara, al norte de Francisco Morazán.
Los operativos de traslado iniciaron a tempranas horas en el centro penal de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, donde unos 13 reclusos de alta peligrosisdad fueron transportados vía aérea a Tegucigalpa.
Las operaciones que están a cargo de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina) comenzaron a eso de las 5:00 AM en las afueras del edificio penitenciario.
Decenas de agentes resguardaban la cárcel, mientras se realizaban inspecciones en las celdas, donde fueron halladas 22 armas, entre ellas pistolas 9mm, una de 45mm, cuatro fusiles, una miniuzi, un pasamontañas, cuatro chalecos antibalas, tres máscaras antigas, 12 cargadores de fusil, 24 cargadores de pistolas, dos bombas lacrimógenas, 500 proyectiles 9mm, 200 de AK47, 150 de 38mm, un cuchillo, dos radiocomunicadores, una mira telescópica, una pesa digital y un cargador de radio.
Horas más tarde, una operación similar tuvo lugar en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), donde otros 22 reos fueron transferidos a celdas más seguras en la capital.
Fuentes de Fusina confirmaron que también hubo decomiso de 22 armas de fuego, un fusil y dos granadas de fragmentación dentro de la PNMAS.
Se informó que entre los internos trasladados se encuentran miembros de la Pandilla 18 y MS-13. Lla mayoría tenían como destino la nueva cárcel de El Porvenir.
+ Listado de reos trasladados desde San Pedro Sula
Incidentes
El pasado 11 de marzo, al menos tres muertos y 13 heridos dejó un amotinamiento en la cárcel sampedrana, cuando elementos de la Policía Militar se disponían a trasladar a varios de los reclusos.
Mientras que en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto en el valle de Amarateca, al norte de Francisco Morazán dos días antes se suscitó un amotinamiento que dejo al menos 10 personas heridas.
Pese a los últimos violentos incidentes, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que el traslado de presos continuará en los diferentes centros penales de Honduras.
El gobernante afirmó que los reclusos más peligrosos y responsables de dirigir acciones contra la ciudadanía honrada desde las prisiones serán movilizados.