Las investigaciones preliminares del Cuerpo de Bomberos apuntan a que pudo haber mano criminal en el incendio que se desató la madrugada de ayer en el restaurante El Corral, ubicado en la colonia Alameda, hecho que dejó cuantiosas pérdidas materiales. Las llamas ocasionaron daños en el 75 por ciento del inmueble, principalmente en el área de servicio al cliente, que funcionaba en el primer piso, según confirmaron propietarios del negocio.
Mesas, sillas, aparatos electrónicos y otros muebles quedaron reducidos a cenizas a raíz de las voraces llamas, lo mismo que el techo, puertas y ventanas de vidrio y madera.
Hasta ayer no se había logrado establecer la cuantía de los daños, por lo que un equipo especializado de la institución de socorro continúa con las investigaciones.
El establecimiento comercial es propiedad del señor José Humberto Mejía, quien se presentó al lugar con el fin de conocer los pormenores del siniestro y aseguró que desconoce las causas.
El incendio
El portavoz de la institución, Óscar Triminio, informó que a las 2:30 de la madrugada fueron notificados de un incendio declarado en el negocio en el sector, por lo que 10 bomberos se movilizaron en dos carros cisternas al mando del capitán Nelson Javier Barahona.
Los apagafuegos lograron controlar las llamas en 20 minutos, mientras que la extinción total del incendio duró dos horas, según confirmó Triminio.
El vocero bomberil dijo que las pérdidas son millonarias, pero que las mismas están en proceso de investigación de parte de un equipo de especialistas.
Manos criminales
Inspectores de la Oficina Técnica de Prevención y Seguridad contra Incendios se movilizaron al sector a realizar las investigaciones orientadas a establecer el origen del incendio y las pérdidas ocasionadas.
Triminio reveló que tienen fuertes sospechas de que el incendio pudo haber sido intencional, ya que se detectaron residuos de líquidos acelerantes en el sitio, pero que todavía no han determinado el tipo de sustancias.
Otra situación que despierta sospechas es que el CPU de la computadora donde se almacena la información videográfica de las cámaras de vigilancia fue seriamente dañada y se desconoce el paradero de la pantalla.
Reiteró que las investigaciones apuntan 'a un incendio provocado, pero se seguirá con las indagaciones para determinar las causas exactas'.
Según el informe de los bomberos, en la labor de extinción del fuego se gastaron 3,000 galones de agua, con lo cual se evitaron daños mayores en el inmueble y en los aledaños.
Los expertos seguían la tarde de ayer en las diligencias orientadas a esclarecer el caso y determinar si en realidad hubo mano criminal o si se debió a otras causas.
En el lugar solo se encontraba un guardia de seguridad, quien alertó a los bomberos y al propietario del negocio sobre lo sucedido.
Consecuencias
El siniestro no solo ocasionó pérdidas materiales, también unos 45 trabajadores se han quedado, temporalmente, sin empleo, lo cual fue lamentado por Mejía.
Entre los perjudicados hay cocineros, meseros, guardias de seguridad, ayudantes y personal administrativo, entre otros. Mejía aseguró que en 22 años de funcionamiento que tiene el restaurante es la primera vez que enfrentan un problema de incendio y que tampoco han sido afectados por la delincuencia.
Manifestó que este desastre afecta su economía y la de sus empleados, pero que tratará de levantar de nuevo el negocio en el menor tiempo posible.
En las próximas horas los técnicos tendrán un informe completo sobre las verdaderas causas del incendio y del total de las pérdidas.
El 28 de diciembre se incendió parte del Coliseum Nacional de
Ingenieros mientras
se realizaba un concierto. Entonces, los bomberos descubrieron que también hubo mano criminal.
Tras el incidente, la Alcaldia Municipal del Distrito Central (AMDC) decidió suspender las instalaciones para eventos públicos.
