Tegucigalpa, Honduras
“Mamá, mañana (el domingo) voy a desfilar, quiero que vayás conmigo... Ya vengo voy a ir a traer el bombo”.
Esas fueron las últimas palabras que Nelson Omar Castro Hernández (16) le dijo a su madre este sábado horas antes de que saliera de su casa y luego muriera asesinado.
Su madre no paraba de llorar recordando que este domingo su muchacho desfilaría con una escuela de la colonia Policarpo Paz y también iba a hacerlo con su colegio el próximo 15 de septiembre.
El joven es una de las tres víctimas mortales que perdieron la vida el sábado en horas de la noche cuando se suscitó el ataque en la capital.
El muchacho fue a visitar a su amigo Cristian Josué Gutiérrez (17), otra de las víctimas del asesinato, para ponerse de acuerdo sobre el vestuario que iban a utilizar en el desfile. Asimismo, para recoger el bombo con el que iba a ponerles ritmo a los actos patrios de los estudiantes de prebásica.
Hecho
Eran las 9:00 de la noche cuando ambos jóvenes conversaban en la acera de una vivienda junto con Carlos Antonio Valladares (24) y otra persona de 21 años.
Los dos menores de edad eran estudiantes de octavo y noveno grado del Centro Básico 15 de Septiembre, ubicado en la colonia Policarpo Paz de Comayagüela.
Vecinos de la colonia contaron que alrededor de las 9:20 de la noche comenzaron a escuchar varios disparos.
Al salir a ver a la calle se horrorizaron al percatarse de los tres cuerpos tendidos en el suelo, sobre un gran charco de sangre.
A la escena del crimen llegaron elementos de la Policía Nacional y de la Policía Militar para acordonar el área e inspeccionar los alrededores.
Asimismo llegó el personal de Medicina Forense para hacer el levantamiento respectivo de los cuerpos.
Un cuarto joven, que no fue identificado, resultó con heridas de gravedad y fue trasladado a la emergencia del Hospital Escuela Universitario (HEU), su estado de salud es delicado.
El joven herido recibió tres impactos de bala, pero logró escapar y avisó a los familiares de los muchachos asesinados lo que había ocurrido.
Este domingo en horas de la mañana los familiares de las víctimas llegaron a la morgue a reclamar los cuerpos.
El llanto y la desesperación se podían observar en familiares y amigos de los jóvenes.
Ellos esperaron cuatro horas para que les entregaran los cuerpos. Con esta nueva masacre ya se contabilizan 29 en lo que va del año en el país.