No se saben cómo ocurrió, pero de un momento a otro Keyla Patricia Martínez Rodríguez apareció sin vida, un caso que deja muchas dudas porque su muerte ocurrió dentro de una celda de la Policía Nacional en La Esperanza, Intibucá, al occidente de Honduras.
El reporte policial, al que tuvo acceso EL HERALDO, señala que la joven de 26 años fue detenida junto a Edgar José Velásquez Orellana el pasado 06 de febrero de 2021 por escándalo en la vía pública.
Ambos fueron detenidos después de que las autoridades recibieran una denuncia anónima diciendo que estaban en estado de ebriedad e irrespetando el toque de queda aplicado por la Secretaría de Seguridad para reducir la movilidad por la pandemia.
A las 11:40, Keyla Patricia fue transferida a una celda de la UDEP #10, “donde debido a las bajas temperaturas que predominan en la ciudad ingresó con el suéter”, señala el informe.
El domingo, a eso de las 2:30 de la mañana, el asistente de guardia realizaba una supervisión de rutina y se encontró a la joven con el suéter atado entre los barrotes y su cuello. “Se encontraba de rodillas contra el piso de la celda”, detalla el documento.
“El asistente abrió la celda, sacándole el suéter del cuello e informó al oficial de servicio y demás compañeros que se encontraban en el lugar”, continúa el reporte. Según las autoridades, en ese momento la joven todavía tenía signos vitales, por lo que fue llevada al Hospital Doctor Enrique Aguilar Cerrato.
La Policía Nacional informó en un primer comunicado que Keyla murió en el hospital, pero esta descripción se diluye en la información que ha surgido del caso.
En un corto comunicado, el centro asistencial afirmó que la joven ingresó a las 2:55 de la mañana, es decir, 25 minutos después.
Contrario a lo informado preliminarmente por la Policía, el hospital reporta que la joven fue ingresada sin signos vitales. 'A su llegada el cuerpo estaba sin vida', notificaron las autoridades, por lo que reportaron el incidente a Medicina Forense.
Esta versión consta, incluso, en las observaciones manuscritas del libro de ingresos del centro asistencial.
Esta descripción refuerza la denuncia de Nancy Rodríguez, hermana de la fallecida, quien sostiene que la joven ya estaba muerta cuando fue transportada al centro médico.
“Por qué si estaba el doctor allí no lo sacaron para que le diera los primeros auxilios y si la encontraron intentando quitarse la vida… A ellos les convenia que mi hermana muriera porque seguramente le hicieron algo”, alegó.
En la denuncia, la joven argumenta que varias personas escucharon ruidos en la celda de su hermana donde estaba sola. “Escucharon que mi hermana dijo que se iba a matar y llamaron a los policías, les estuvieron gritando que por favor llegaran a la celda y averiguaran. Nadie hizo nada”, lamentó.
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EL HERALDO intentó hablar con el inspector Marvin Alexis Mendoza, encargado de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en la Esperanza, Intibucá, pero no contestó.
En conferencia de prensa, las autoridades dijeron que investigan el incidente como un homicidio y que los agentes policiales que estaban en el lugar también serán interrogados. “Se aplicará la ley a los policías que podrían haber tenido una relación en este caso”, prometió Rommel Martínez, comisionado de la DPI.
Nancy Rodríguez dijo tener poca fe en quienes ni siquiera pudieron tomar fotografías del lugar en el que su hermana murió, por lo que no existen pruebas físicas de la escena.
En el reporte menciona que en la escena estaba el suéter, color gris y azul, amarrado a las varillas de hierro y que en el suelo, donde estaba el cuerpo, “había un olor característico a la orina, donde según el manifiesto médico-forense esto se presenta en las ocasiones en que las personas han perdido la vida por asfixia por suspensión”.
Sobre la hipótesis de lo ocurrido, a criterio del investigador, el informe preliminar al que tuvo acceso EL HERALDO menciona que Keyla Patricia se pudo quitar la vida “porque era la primera vez que se encontraba en las celdas en calidad de detenida, lo que consideró un desprestigio a su persona”.
El cuerpo de la joven fue trasladado a Medicina Forense en la capital, donde sus familiares aguardan desde muy temprano.
En su momento, la hermana de la víctima llegó a denunciar que la estudiante de enfermería fue violada, pero al ser consultada por EL HERALDO detalló que no daría declaraciones hasta que tuviera los resultados de la autopsia.
Investigaciones
La repentina muerte de la joven universitaria causó malestar entre la población, quienes organizaron plantones y protestas que terminaron en violentos enfrentamientos.Sus compañeros de carrera y familiares realizaron un plantón frente a la posta policial de La Esperanza, pero pasadas las 10:00 de la mañana hubo un enfrentamiento que terminó en desalojo.
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) y otras organizaciones pidieron a las autoridades realizar una investigación exhaustiva por este caso que ha causado malestar entre la población.
La UNAH tildó de “inaceptable” el fallecimiento de la joven bajo custodia policial, mientras que el Conadeh exigió una investigación.
El Ministerio Público anunció que un equipo especial de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) ya indaga sobre el caso.
