Tegucigalpa, Honduras
“Mamá me traés el uniforme de la Juventus”, le pidió Cristofer Antonio a su madre el día que se despidieron por última vez en el Hospital Materno Infantil; a la mañana siguiente lo encontró inconsciente.
Doña Santos Gómez, madre del joven Cristofer Antonio Gómez, relató que inexplicablemente la salud de su hijo empeoró unas horas después de que se despidieran el viernes pasado por la tarde.
“Me fui del hospital y lo dejé bien, hablamos sobre su salida por que ya estaba mejor y el sábado que regresé en la mañana ya lo encontré entubado”, lamentó doña Santos.
Luego de estar 24 horas inconsciente, este domingo a eso de las 7:00 de la mañana el adolescente expiró en una de las salas del Hospital Materno Infantil.
Se electrocutó en su casa
Cristofer Antonio sufrió un accidente en su casa de habitación ubicada en la colonia José Trinidad Cabañas, el domingo 9 de julio, mientras jugaba con uno de sus amigos.
“Estaba jugando cosas de niños con un amigo, corrían por la casa, se tiraban agua, pero siempre estaba pendiente de él, solo me descuidé cinco minutos y ocurrió el accidente”, recordó su madre.
En la segunda planta de la casa trabajadores contratados por doña Santos estaban realizando trabajos de soldadura para montar el techo del segundo nivel.
En el ir y venir de los niños, entre la primera y segunda planta del inmueble, en una de esas ocasiones Cristofer, que andaba descalzo, pisó uno de los cables de energía eléctrica que daba conexión a la máquina de soldar.
El impacto de la descarga eléctrica fue tan grande que el menor salió expulsado por el aire cayendo violentamente de nuevo en el piso y con serias quemaduras.
De inmediato fue llevado hasta el Materno Infantil para que recibiera la atención médica debida, misma que recibió durante siete días, pero lamentablemente ayer su lucha por la vida terminó.
Se preguntan a qué se debió empeoramiento
Debido al quebrantamiento repentino de la salud de su hijo, doña Santos Gómez con pesar se preguntaba si el debilitamiento misterioso de su pequeño se debió a alguna bacteria o virus dentro del centro hospitalario.
Sin embargo, esta hipótesis aún no ha sido confirmada; los médicos solo le dijeron que sus signos vitales estaban decayendo y nada más.
Cristofer era estudiante del tercero de ciclo común en el Instituto Superación San Francisco, de la colonia San Buenaventura, de Comayagüela, al noroeste de la capital. Era el menor de cinco hermanos y residía junto a su madre en la colonia José Trinidad Cabañas, en la zona de la Arturo Quezada.
“Mi gordito estaba bien. Él me dijo alegre el viernes: ¿ya nos vamos la casa mamá? Sí, ya pronto hijo, le dije”, lamentó su madre entre lágrimas antes de retirar los restos mortales del menor, de la morgue del Ministerio Público.
