MEÁMBAR, HONDURAS.- Una maestra de educación primaria fue víctima de la criminalidad generalizada que abate al país, tras ser objeto de una sorpresiva emboscada ocurrida en este municipio.
El hecho se suscitó ayer en horas de la mañana en la aldea Matapalo, de este término municipal.
La víctima respondía en vida al nombre de Julissa Lizet Ramírez Carranza, de 34 años de edad, una maestra de educación primaria.
Según información preliminar, la profesora se trasladaba en una motocicleta junto a su esposo con rumbo a la aldea El Jicarito.
“Iba en camino para la escuela porque estaban en recuperación; lamentamos la noticia, era una excelente maestra, era coordinadora de la red educativa de su sector y como departamental emitimos un comunicado de duelo”, declaró un compañero de la maestra que prefirió el anonimato.
De repente, varios sujetos los interceptaron y luego les dispararon hasta quitarle la vida a la maestra y dejar gravemente herido a su compañero de hogar de nombre Elvin Alexander Rivera, quien a la vez es un agente de la Policía Nacional, asignado a una estación policial de la capital.
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En busca de los hechores
Minutos después del hecho, la Policía Nacional montó un fuerte operativo y realizó una requisa donde recolectaron indicios como casquillos de los proyectiles percutados.
Asimismo, el agente policial, esposo de Ramírez Carranza, fue trasladado a un centro asistencial de Comayagua, en estado crítico de salud. El uniformado gozaba de sus días libres y decidió ir a visitar a su familia en Meámbar.
La maestra Julissa Ramírez laboraba en la Escuela Minerva, de la aldea El Jicarito, del municipio de Meámbar, en una zona montañosa del país. Los sujetos armados les dispararon desde la maleza donde se encontraban agazapados a la espera de que la pareja pasara por el lugar.
La Policía investiga si el hecho fue autoría de una banda de maleantes que delinque en esa zona y que ha cometido hechos similares con el fin de asaltar a sus víctimas. De igual manera, se indaga si el ataque podría ir dirigido al agente policial por el oficio que él desempeñaba o la otra o por un posible asalto.