Francisco Morazán, Honduras.- Eswar David Barahona Barrientos murió tras ser alcanzado por un disparo, luego de que presuntamente ingresara alcoholizado a una vivienda en una propiedad privada en la aldea La Cruz del Arco, en Tatumbla, Francisco Morazán.
El hondureño, de 30 años de edad, era padre de un menor y trabajaba como albañil en la zona. La noche del domingo 16 de marzo salió a ingerir bebidas alcohólicas en una pulpería cercana con sus amigos.
Bajo la ingesta del alcohol, el hombre presuntamente salió corriendo del lugar con rumbo a una propiedad privada. Logró saltar el cerco de alambre e ingresar a la casa de un desconocido.
Al entrar a la casa, el dueño escuchó el ruido provocado por Barahona Barrientos, quien, al pensar que se trataba de un robo, sacó su arma y le disparó en una pierna.
“Eswar, aún herido, siguió corriendo y entró a la vivienda, donde luego de unos segundos cayó al suelo por la herida; el hombre murió desangrado en la entrada de la casa, cerca de una puerta corrediza de vidrio.

Según el relato de los vecinos, las últimas palabras de Eswar fueron: “No me disparen”, pues estaba confuso y en estado de ebriedad
Miembros de Medicina Forense realizaron el levantamiento del cuerpo de Eswar Barrientos, el cual luego fue trasladado a la morgue del Ministerio Público (MP), donde ya fue retirado.
Compañeros de trabajo han expresado su dolor por la pérdida de Barahona Barrientos, quien laboró por varios años en una empresa de transporte de Tatumbla, donde era apreciado por su amabilidad.
“Nunca se recibió una queja de él. Siempre fue muy querido por los usuarios del transporte”, expresó Rómulo Martínez en un mensaje de condolencia.