CORTÉS, HONDURAS.- Dentro de un pequeño ataúd blanco yacían los restos de la pequeña Keren Smith López, mientras sus familiares construían una tumba para sepultarla en el cementerio de la comunidad de Casa Quemada, en Cortés, sitio donde ella vivió durante ocho meses, antes de ser llevada a una institución del Estado, por la presunta vulneración de sus derechos en su hogar.
La pequeña, que cumpliría un año el 28 de julio, estuvo durante tres meses bajo la custodia de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), luego de que en abril fuese quitada a sus padres tras ser hospitalizada por un cuadro severo de desnutrición. Sin embargo, el sábado 22 de julio les fue devuelta, pero sin vida, tras presuntamente haber sido abusada sexualmente.
Sus seres queridos denunciaron lo sucedido ante medios locales y han exigido respuestas a las autoridades de la Dinaf, pues eran las encargadas de brindarle protección a la menor.
Y este domingo, en medio de su dolor y desesperación por lo ocurrido, los parientes de la pequeña Keren la sepultaron en una tumba construida de forma improvisada por sus tíos, utilizando bloques, cemento, palos y láminas.
Observando la lápida, con su mirada devastada, estaba su madre, quien revivió una vez más cómo se enteró de lo que le había pasado a su hija.
“Me la quitaron viva del Catarino (Hospital de San Pedro Sula) y me la entregaron muerta”, lamentó la madre de la niña durante una entrevista con el canal HCH.
La mujer, narró que cuando se le notificó que su hija había sido internada en el Hospital Mario Catarino Rivas nuevamente, la doctora le consultó quién vestía o cambiaba los pañales de su hija, ante lo cual ella le respondió que durante el tiempo que vivieron juntas se encargó ella misma o en su defecto, la abuela, pero que nunca le permitió a nadie más esa labor, hasta que la pequeña pasó a manos de la Dinaf, donde desconocía quién se encargaba de esta tarea.
Ante esto, la profesional de la salud le comunicó que la niña presentaba lesiones en su ano y enrojecimiento en la vagina, por lo que se sospechaba que pudo haber sufrido abuso sexual.
Pero la acongojada madre aseguró que tras la noticia, las autoridades de la Dinaf han insinuado que la bebé murió de otras causas, por lo que les cuestionó: “En ningún momento se nos habló de que la niña tenía infecciones o una enfermedad crónica”.
Incluso, recordó que un día antes de que su hija fuese ingresada al centro médico en estado delicado y posteriormente se le declarara muerta, el padre de la niña fue a visitarla, pues los viernes eran los días en los que se les permitía verla. El hombre indicó haberla visto bien, sonriente y tranquila.
“Mi esposo fue este viernes solo porque yo no pude ir y ya el sábado me están llamando que la niña está de vida o muerte y que me tengo que ir para allá y salí corriendo con mi esposo. Ellos (el personal del Dinaf) solo le fueron a dejar un paquete de pañales, una pana de leche y un pepe y se fueron”, rememoró.
Piden justicia
Hasta el momento, no se ha determinado si el abuso sexual denunciado por la familia ocurrió, pues a pesar de que medicina forense le practicó una autopsia a la bebé, los resultados no se han dado a conocer.
Desde el Mario Catarino Rivas no confirman ni descartan nada, pues el director del centro médico, Arturo Ávila, dijo que: “El Dinaf la trae en un estado propio de los pacientes que están desnutridos, posteriormente la niña se va complicando y requiere manejo en cuidados intensivos. Me informan los internistas que la niña muere por un síndrome hemolítico urémico, entre los hallazgos físicos me explican que tenía algunas lesiones anales, que tenían dudas si era por la diarrea profusa o por abuso”.
Por otro lado, tanto el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, como la directora de la Dinaf, Lizeth Coello, anunciaron investigaciones.
“Quiero que le caiga todo el peso de la ley a ese desgraciado que le hizo esto a mi bebé”, dijo entre lágrimas la madre de la menor, quien sostiene que cree que su hija fue abusada sexualmente.