TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Después de estar velando el cuerpo de un familiar dentro de una casa en la zona conocida como “El Infiernito” en la colonia Nueva Suyapa, residentes de este sector reaccionaron histéricos contra las autoridades de Medicina Forense del Ministerio Público (MP) por haber retirado el cuerpo que estaba preparado para ser enterrado.
El hondureño identificado como Carlos Abraham Garrindo (44) expiró de manera natural, luego de permanecer durante varios años en silla de ruedas producto de un disparo en la columna vertebral.
Las autoridades recibieron una llamada sobre el reporte de una persona fallecida, por lo que inmediatamente se hicieron presentes en el lugar, sin imaginar que los vecinos se indignarían.
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