TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Además de lidiar con su pérdida física, los sobrinos de Nerly Mendoza deberán procesar el traumático recuerdo de ver a su tía agonizando tras ser atacada a puñaladas y posteriormente verla fallecer en sus brazos.
Así lo reveló Cristian Mendoza, primo de la víctima, quien narró los dolorosos detalles que los niños de 9 y 10 años contaron, luego de ser los únicos testigos presenciales del violento hecho.
“Ella entró corriendo, aparentemente ensangrentada y (los niños) encuentran a Nerly todavía viva y el niño mayor, bastante maduro, toma a la niña, que estaba a la orilla de la cama y le dice: Nerly, si estás viva, hablame, movete... Ella movió su cabeza, movió sus brazos”, detalló el joven, que lamentó que dos infantes tan pequeños hayan sido testigos de tal horror.
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Tras corroborar que ella tenía signos vitales, el niño actuó lo más rápido que pudo y llamó a su padre para contarle lo ocurrido, esperando que pudieran llevarla a un centro médico para salvar su vida. Sin embargo, para cuando familiares y autoridades llegaron a la vivienda la tragedia estaba consumada. Nerly había fallecido tras recibir más de 10 puñaladas.
Según el primo de la joven estudiante de 22 años, el agresor, quien vivía en la misma zona, huyó hasta su casa y se cambió de ropa para encubrir el aberrante crimen, pero gracias al testimonio de los menores y de los vecinos se logró darle captura horas más tarde.
Temen que haya negligencia
Cristian Mendoza exigió justicia para su prima, quien estaba próxima a graduarse con honores como licenciada en Comercio Internacional y además pidió respeto para la integridad de los niños, pues dijo que no se han seguido los procedimientos adecuados para la investigación.
“A los niños los interrogaron, a las 2:00 de la mañana llamaron a los niños para atestiguar y no había presencia de un psicólogo forense y porque yo les dije que era periodista y que le iba a dar seguimiento al caso, hasta después llegó el psicólogo forense, porque nosotros (como familia) exigimos que solo en presencia de un psicólogo ellos iban a dar declaraciones”, denunció.
Además, aseguró que se les está exponiendo a que tengan que reconstruir los hechos una y otra vez, pues “ayer que estábamos enterrando a mi prima, allá en El Paraíso, otra persona dice que nuevamente no tiene los datos y que los niños tienen que volver sí o sí, sino este hombre a las 7:00 de la noche tenía que salir porque no había testigos”.
Por otro lado, dijo que según ha tenido conocimiento la familia, se estaría pretendiendo enviar al asesino de Nerly al Hospital Psiquiátrico Santa Rosita, alegando que sufre problemas psicológicos y no a una cárcel, donde ellos esperan que pague por el crimen.
Lo que sabe del caso
Nerly Zohemy Mendoza tenía 22 años y estaba por titularse en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). El martes en horas de la noche se encontraba cuidando a sus sobrinitos de 9 y 10 años de edad, cuando un joven que era su vecino ingresó a su casa ubicada en la colonia Canaán de Tegucigalpa, capital de Honduras, con la supuesta intención de abusarla sexualmente, por lo que ella luchó con él para evitar el ultraje.
Al ver que no podía lograr su cometido, el individuo le propinó alrededor de 14 puñaladas y posteriormente huyó, dejándola gravemente herida. Los menores presenciaron la barbarie y posteriormente identificaron al agresor.
El hombre fue detenido más tarde y fue identificado como Carlos Adonis Torres Velásquez, quien desde entonces guarda prisión a la espera del desarrollo de un proceso penal en su contra.
La muerte de la joven ha calado en su familia, amigos y compañeros de universidad, quienes la describieron como una chica alegre, muy aplicada y con un futuro prometedor que fue truncado cuando comenzaba a florecer.
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