“No aguantábamos esta angustia”, fueron las primeras palabras de don Carlos Castro, el padre de una de las tres menores de edad que habían desaparecido desde el pasado 13 de octubre de la comunidad de Las Vegas, Santa Bárbara, al occidente de Honduras.
“No podíamos comer, estábamos desesperados. Yo le doy gracias a los medios de comunicación que nos ayudaron para que ellas vieran lo que nosotros estábamos pasando”, agregó el progenitor.
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El entrevistado le dio gracias a Dios porque sus hijas regresaron a casa, además a las iglesias y a la población hondureña, porque siempre “nos mantuvieron en oración” para que volvieran a ver a sus pequeñas.
“Esto no se lo deseo a nadie, es desesperante. Gracias a Dios ellas están con vida y Dios escuchó la plegaría”, expresó el hombre, quien hasta el momento dijo desconocer lo que en verdad pasó con las niñas.
'Ojalá Dios quiera que ellas recapaciten. Son niñas, pueden tomar decisiones equivocadas', expresó el ciudadano, al mismo tiempo que reveló que las pequeñas están bajo observación de especialistas.
Las niñas fueron encontradas a la altura de Los Naranjos, Cortes, luego que una de ellas se comunicara con sus padres para que las fuera a recoger. Según el progenitor, ellas estaban un poco “demacradas” y aparentaban que no habían dormido, ni comido nada.
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