TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hace más de 30 años que la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) estaba entre las mejores tres cárceles donde las mujeres se rehabilitaban en Latinoamérica, según un estudio hecho por expertos.
Pero con el dantesco hecho de el martes, PNFAS pasa a quedar manchada en la violenta historia de los centros penales del país.
A criterio de los expertos en materia de seguridad, esto se debe a que muchas de las mujeres que ahora están en prisión son parte de las maras y pandillas.
“El problema es que el Estado nunca ha tenido el control de los centros penales, siempre ha estado gobernado por grupos criminales o privados de libertad que están presentes en los centros penitenciarios”, expresó Migdonia Ayestas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la UNAH.
No es desconocido, según entrevistados, que en el interior de PNFAS y los demás centros penales del país son gobernados por la MS-13, Pandilla 18 y grupos del narcotráfico, ya que cuando estos criminales son capturados quieren seguir ejerciendo el poder al interior de las cárceles.
La falta de perfil de los privados de libertad hace que se asignen en espacios donde las bandas rivales no se perdonarán la vida. “Un privado de libertad que ha cometido delitos lo seguirá haciendo si se lo permiten. Y es acá que hay responsabilidad (de los entes de seguridad del Estado), ya que hay quienes permiten que se introduzcan armas”, dijo Ayestas.
Agregó que es tanto el poder de los grupos criminales al interior de las cárceles, que son quienes administran todo aquello que ingresa a estos centros de detención hasta el punto de decidir de quién vive y muere.
Según explica, la forma en que a las privadas de libertad se les quitó la vida obedece a un patrón en común. Al igual como ha pasado en años anteriores en otros centros penales, ya que con la saña que fueron asesinadas ocurre cuando existe un enfrentamiento entre bandos rivales.
Descuido
Para el abogado criminalista Gonzalo Sánchez, las autoridades se concentraron más en intervenir los centros de máxima seguridad y nunca imaginaron que esto podía ocurrir en PNFAS.
“Esta cárcel nunca ha sido tan conflictiva, el problema es que ahora muchas de las privadas de libertad que pertenecen a diferentes estructuras, es lo que ha hecho que se aumente la rivalidad y por eso es que se produjo este incidente. Las autoridades no esperaban que se diera esto”, señaló Sánchez.
Los expertos coinciden en que ahora se deben redoblar las requisas, inspecciones para ingresar y se debe montar una mejor inteligencia para dar con los responsables que permiten que se ingresen armas, municiones, celulares y otros artefactos.
Se advirtió que las autoridades no tienen fácil de frenar a las estructuras criminales que tienen el control de PNFAS y otros centros penales debido al poder que tienen.