TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las cárceles deberían ser centros de reinserción para quienes están recluidos pagando delitos, pero en Honduras siguen siendo campos de batalla entre grupos criminales, tal como se evidenció el sábado 8 de abril, cuando se desataron intensos tiroteos al interior de varios centros penales de manera simultánea.
La orden fue dada y los delincuentes comenzaron a disparar sus potentes armas sin control al interior de los módulos durante varios minutos, algunos testigos aseguran que fue al menos una hora y posteriormente, un silencio profundo anunciaba que todo había terminado.
Afuera era todo lo contrario, madres, esposas, hijas y hermanas de los reos lloraban descontroladas temiendo lo peor, pues era día de visitas y ellas fueron testigos de las balaceras mortales. El saldo final fue de un preso muerto y siete heridos, según lo detallado por el Instituto Nacional Penitenciario (INP)
Los violentos hechos se reportaron en las cárceles de máxima seguridad de ‘El Pozo’ en Ilama, Santa Bárbara y ‘La Tolva’ en Morocelí, El Paraíso, además de la cárcel de Támara en el Distrito Central.
Personas que se encontraban en los alrededores y al interior de los centros de reclusión grabaron con sus teléfonos celulares la zozobra que se vivió y cómo a varios metros el ruido de las balas seguía siendo ensordecedor.
En las últimas horas continuaron circulando las imágenes, que muestran cómo un grupo de empleados era sacado bajo el fuego cruzado, mientras los policías penitenciarios intentaban hacerlo avanzar y al mismo tiempo vigilaban el entorno.
“¡Salgan, salgan, salgan!”, decían los policías, “¡Tranquilas, tranquilas!, decía otro uniformado, mientras varias mujeres atravesaban las puertas de salida agarradas de sus manos y llenas de nerviosismo.
“¡Allá está uno, cuidado, mi clase, no le de la espalda!”, alertó otro, mientras observaba a un tirador con un arma larga, según su relato.
La preocupación era mucha, pues además de los empleados, las visitas que habían logrado ingresar cuando todo comenzó estaban expuestas a ser víctimas en el tiroteo.
Reclusos muestran el horror al interior de los módulos
En otros videos tomado esta vez por los reclusos se evidenció el terror que vivieron al estar encerrados en el lugar hacia donde iban dirigidos los disparos.
En un video que este medio de comunicación no mostrará por su alto contenido sangriento, se observa cómo el reo fallecido quedó tendido sobre una aparente rampla de vigilancia al interior del módulo. El hombre vestía una camiseta blanca, una calzoneta oscura y zapatos tipo tenis, color negro. De su cabeza emanaba sangre, pues aparentemente, los disparos entraron a su cuerpo por esa delicada zona.
Mientras el fuego cruzado aún continuaba, dos de sus compañeros de celda comenzaron a subir por una escalera improvisada con cuerdas para llegar hasta donde él estaba, pero ya no parecía tener signos vitales.
“¿En el morro (cabeza) se lo pegaron?”, preguntó alguien desde la puerta donde fue grabado el video, “sí, hombre”, respondió otro.
En otro video captado por los privados de libertad, los reos gritan, mientras las ráfagas de disparos no dejan de sonar desde diferentes direcciones y se escucha cómo algunos de las casquillos caen en el suelo, techos y estructuras de hierro de su módulo.
“¿Qué pedo, corrupto?, copiá Nando”, grita el que está grabando. “Estamos al tiro”, respondió otro y luego recibió la aprobación del que hizo la consulta inicial.
“¡Plomo, plomo!, ¡La 18, hijos de p...!”, siguieron gritando varias voces, mientras seguían disparando en dirección de módulos contrarios.
“¿Quién tiene los cargadores?”, consultó de nuevo el que grababa, mientras el enfrentamiento se intensificaba a cada segundo.
¿Por qué ocurrió todo?
Luego de los hechos, en comunicación con un canal de televisión local, uno de los reclusos reveló los motivos por los que iniciaron los amotinamientos.
“La petición que nosotros le hacemos al Gobierno de la República es que la DIPAMPCO no siga agarrando más gente y trayéndola a Támara. Todo por culpa de esa policía DIPAMPCO. Este gobierno no le trae nada al reo, ni papel ni pasta”, explicó el privado de libertad haciendo alusión a un kit de higiene personal.
“Cualquier man que traigan lo vamos a matar en todos los centros penales”, agregó en tono furioso.
Pero eso no fue todo, además dejó claro que no están jugando y que la medida se pondrá en marcha de inmediato. “Eso va a pasar en todos los centros penales a partir de este momento. Esto sólo es para que vean que no vamos a andar con juegos”, sentenció el recluso.
Por su parte, las autoridades de la Policía Nacional indicaron en un comunicado que: “Una de las organizaciones criminales habría recibido instrucciones de un grupo de personas desde fuera de las cárceles para tratar de desestabilizar la seguridad nacional durante los últimos días de la Semana Santa”.