TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “No, loco, matamos al equivocado”, le habría dicho uno de los sicarios a otro después de quitarle la vida a un joven emprendedor, la madrugada del jueves, en una zona residencial de esta ciudad.
El crimen se produjo alrededor de las 2:00 de la mañana, cuando un grupo de hombres armados ingresó por la fuerza a una vivienda ubicada en la residencial Altos del Trapiche,
al este de la capital.
Los sujetos, aproximadamente seis, andaban vestidos con indumentaria similar a la utilizada por los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y con chalecos antibalas.
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Rompieron el portón después de varias patadas y golpes con los fusiles.
Al estar adentro de la casa, subieron a la segunda planta y tras someter a los que la habitaban, ubicaron a Jimy Alberto Matute Flores, el jefe de hogar en dicha casa.
Se habrían equivocado
Los criminales agarraron a los niños y a la compañera de hogar de Jimy Matute y los llevaron para la estancia de abajo de la casa, mientras arriba le daban muerte al joven de 28 años
de edad.
En el instante que uno de los hechores le cortaba el cuello a Jimy, para ejecutarlo, otro le manifestó que se habían equivocado y que no era él el objetivo.
Según las investigaciones preliminares, los asesinos buscaban a dos hombres y al encontrar sólo a uno, se dieron cuenta de que no era esa la casa que buscaban, lamentablemente ya era tarde. Jimy Alberto ya había expirado producto de la letal herida de arma blanca.
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El fallecido y su familia tenían ocho meses de vivir en la zona y anteriormente residió en la colonia 21 de Febrero.
Era el propietario de un vivero en la zona de El Zamorano. Su familia contó que él no tenía enemistades, que hace cuatro meses había sufrido un accidente en su motocicleta, por lo que estuvo convaleciente todo ese tiempo reposando en su casa.
