COMAYAGUA, HONDURAS.- Con tres dedos cercenados por la explosión de un potente mortero quedó un menor de 11 años que fue atendido en el bloque Materno Infantil del Hospital Escuela.
El cirujano Carlos Flores, del Hospital Escuela, informó que el niño es Ángel Gabriel Domínguez, procedente de Siguatepeque, Comayagua.
El ingreso del menor se registró el miércoles por la noche con lesiones en tres dedos de una de sus manos, por lo cual debieron realizarle amputaciones.
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Otros casos
En tanto, la Fundación para el Niño Quemado (Fundaniquem) informó que por pólvora en lo que va de la temporada navideña han atendido a dos niños, incluido en menor que está en el primer centro hospitalario del país.
El jueves también trabajaban en la cirugía de un menor que resultó quemado en el 70 por ciento de su cuerpo luego que el restaurante de su mamá tomara fuego en Comayagua. A finales de noviembre un hombre de 23 años murió por el estallido de un mortero en Namasigüe, Choluteca