Tegucigalpa, Honduras. -La población de Nueva Aldea continúa conmocionada por el brutal asesinato de tres jóvenes ocurrido la madrugada del pasado lunes en las riberas del río Guacerique.
Daniel Alexander Rodríguez, Josué Francisco Laínez Flores y Óscar René Laínez Flores, junto a un cuarto joven, habían llegado la tarde del domingo a la zona para bañarse en una poza, sin imaginar que serían raptados y atacados por desconocidos.
Las autoridades policiales revelaron uno de los jóvenes logró sobrevivir al ataque. Él ha sido considerado un testigo protegido y constituye una pieza clave en la investigación.
No obstante, a más de 72 horas de reportarse el crimen, las investigaciones emprendidas por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) avanzan a cuentagotas, lo que agudiza el calvario de los familiares, quienes claman justicia.
Confirmaron que el testimonio del sobreviviente servirá como base para reconstruir los hechos y dar con el paradero los responsables del crimen.
Las víctimas eran originarias de la residencial La Vega, en Tegucigalpa.
Limitaciones tecnológicas limitan avance de las indagaciones
El vocero de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez, manifestó que “es importante destacar que se trata de una investigación en su etapa inicial, lo que nos obliga a manejar la información con suma cautela para no comprometer el avance de las diligencias”.
Admitió que las limitaciones tecnológicas en la zona dificultan que el proceso avance con celeridad.
Para el criminólogo Nerly Ordóñez, “la ausencia de cámaras de vigilancia y otros registros audiovisuales en el lugar del crimen representan un desafío porque la policía deberá basarse en el testimonio del sobreviviente y realizar una relatoría minuciosa de los hechos para identificar los posibles responsables”.
Además, el área del ataque es extensa, lo que complica aún más la recolección de evidencias.
Un equipo del Centro de Estudios Forenses mantiene bajo análisis las muestras recolectadas en el lugar para añadirlas al expediente de investigación.