Sucesos

Luto y dolor en velorio del niño que murió por la explosión de un mortero en San Pedro Sula

El ataúd donde fueron depositados los restos del menor José Isaí Córdoba fue donado a la progenitora y lo adornaron con un ramo de rosas blancas
26.12.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La muerte de José Isaí Córdoba, de nueve años, mantiene consternados a sus familiares y a los residentes de la colonia Bordos de Guadalupe, quienes desde el domingo y parte de este lunes -26 de diciembre- velaron sus restos mortales para luego darle cristiana sepultura.

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Los restos del pequeño fueron trasladados alrededor de las 10:00 de la mañana de este lunes a un cementerio sampedrano, donde sus allegados le dieron el último adiós tras Navidad y vísperas de Año Nuevo.

El féretro donde permacen los restos del menor fue donado a la progenitora y lo adornaron con un ramo de rosas blancas, así como varias coronas de flores a su alrededor.

Según revelaron sus familiares, el menor asistía a la escuela dominical en una iglesia de la zona. Ahí aprendió a cantar salmos y alabanzas a Dios.

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Este fue el lugar donde ocurrió la tragedia la pasada Navidad.

Cómo ocurrió la explosión

Su inocencia le costó la vida. A sus 9 años de edad no pensaba más que en jugar y ser feliz día a día. El pequeño José Isaí Córdoba Hernández jamás pensó que tomar un mortero de tanto poder destructivo segaría su vida a tan corta edad.

Un petardo conocido como “tumbacasas” estaba en medio de la calle, justo por donde el niño debía pasar en su regreso a la casa después de comprar en un pulpería cercana.

En su inocencia, José agarró el potente cohete en el momento que la chispa de la mecha estaba próxima a hacer contacto con la pólvora, lo que desató la tragedia que hoy embarga de luto a una familia.

El estallido mortal del mortero provocó que el pecho y los brazos del menor le fueran cercenados en un abrir y cerrar de ojos, matándolo casi en el acto.

Después de darse el abrazo

El fatídico hecho ocurrió minutos después de las 12:00 del 25 de diciembre, cuando la quema de pólvora todavía estaba en apogeo en la ciudad industrial, y en general, en todo el país, celebrando la llegada de la Navidad en los bordos de la colonia Guadalupe en San Pedro Sula.

Claudia Hernández, madre del niño, contó que estaban dentro de la casa cenando cuando le avisaron que a su hijo le había explotado un mortero.

“Eran más de las 12:00 y estaba con mi familia adentro comiendo, el niño salió a la carrera a la pulpería a comprar, cuando me dijeron que a mi hijo lo había matado un mortero, salimos a la carrera y lo vimos muerto”, contó la madre del niño.

La mujer recordó que la noche del 24 le dijo a su hijo que no salieran y que se acostaran debido a que estaba lloviendo. “Me dijo: no, mamá, yo me quiero poner la ropa nueva que me compró, y le dije: mejor no salgamos”, contó, al decir que no acostumbraba comprarle cohetes.

El cadáver del niño fue llevado a la morgue del Ministerio Público, hasta donde llegó su familia y les fue entregado el 25 de diciembre a las 11:14 de la mañana y posteriormente llevado a su humilde vivienda en la colonia Guadalupe.

“Duele bastante, es una luz que se apaga a corta edad. Ojalá que la gente que vende eso piense que le está vendiendo la muerte a un niño; él no lo compró, se lo encontró en la calle”, dijo Marcos Sabillón, tío político del menor.

Describió a José Isaí como un niño alegre, respetuoso y amoroso.

“Los vecinos lo vieron gatear y caminar en el barrio y que se vaya de esa forma es una consternación. Que Dios lo tenga en su santa gloria”, dijo mientras esperaba en la morgue a que les entregaran el cadáver.

A los centros asistenciales del país ingresaron 11 personas con quemaduras por la manipulación de pólvora.

En el Hospital Mario Rivas de San Pedro Sula se reportó el ingreso de cuatro personas, un niño de 14 años y tres adultos, mientras que en el Hospital Escuela de la capital se registró el ingreso de tres adultos.

En Copán, la Cruz Roja Hondureña atendió a cuatro personas que resultaron quemadas luego de manipular pólvora.

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