Este padecimiento degenerativo del sistema nervioso central surge debido a una disminución considerable de las células asociadas a la dopamina a nivel cerebral presentando características como temblores de reposo involuntarios, lentitud y rigidez, en donde solamente el 10% de los casos son genéticos y el 90% restante puede presentarse como un factor multifactorial o ambiental.
“Esta enfermedad, conocida de igual manera como parálisis agitante, es una enfermedad que se caracteriza por ser una afección al sistema nervioso central, que produce un incontrolable temblor de reposo, es decir, cuando la persona está sin ningún movimiento, los miembros superiores e inferiores empiezan a temblar, asimismo, puede haber lentitud y una rigidez ligada a una alteración en la producción de dopamina a nivel cerebral”, explicó el docente y actual presidente de la Federación Panamericana de Sociedad Neurológica y director regional para América Latina de la Federación Mundial de Neurología, Marco Tulio Medina.
Desde el punto de vista clínico, esta enfermedad, que generalmente se encuentra asociada al temblor de las personas, puede ser identificada por otros síntomas como la expresión en máscara –una pobre expresión de las distintas sensaciones en el rostro-, asimismo una alteración en el caminar y una escritura con letras diminutas que suele afectar en su mayoría al sexo masculino al llegar a la etapa de la vejez.
En Honduras, de alrededor de los más de nueve millones de habitantes al menos 15,000 a 31,000 hondureños presentan esta condición, que suele aparecer a partir de los 60 años, sin embargo, individuos con edades entre los 40 años o incluso menos también pueden sufrir de esta enfermedad, que muchas veces requieren de intervenciones quirúrgicas.
“La enfermedad de Parkinson, de acuerdo con la Fundación Norteamericana de Parkinson, puede tener cinco fases o etapas que varían según las condiciones presentes en la mayoría de los mayores de 60 años en su haber, que puede requerir un tratamiento quirúrgico que no se lleva a cabo en Honduras, llamado estimulación cerebral profunda”, agregó Medina.
Sin embargo, esta condición, a pesar de no tener cura, puede tratarse de una manera adecuada si se realiza un debido diagnóstico a tiempo.