Tegucigalpa, Honduras
Mañana la feligresía católica está de fiesta con la celebración del primer centenario de la aparición de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, una de las advocaciones marianas más veneradas en el mundo.
Y en muchos rincones de la tierra catracha se le tiene profunda admiración y devoción a la Pregonera de la Paz y Peregrina, que con su presencia desde 1917 suplica por la conversión de las almas para que estas se vuelvan hacia su amado hijo Jesucristo.
Procesiones y misa
Monseñor José Antonio Canales, de la Diócesis de Danlí, informó que la advocación de Nuestra Señora de Fátima es bastante venerada en el país.
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“En Honduras hay una gran cercanía con la devoción a la Virgen de Fátima. Aquí en la Catedral Inmaculada Concepción se han estado realizando procesiones y el sábado habrá actividades desde la madrugada y en la tarde la misa solemne”, dijo Canales.
El 13 de mayo fueron las apariciones más importantes de la Virgen de Fátima, mismas que fueron estudiadas por la Iglesia Católica, de acuerdo con el religioso.
Enma Rosa Izaguirre, devota de la Virgen, dijo que siempre llega a la iglesia para rezar el rosario. “La Virgen me mantiene con vida e intercede por nosotros ante su hijo, ella nos invita a que cada día nos acerquemos a su hijo”, agregó.
En el municipio de San Francisco de La Paz, Olancho, la veneración de la Virgen comenzó hace décadas cuando Monseñor Nicolas D’Antonio donó la imagen que se encuentra en la parroquia del casco urbano.
“Nuestra comunidad fue nombrada como santuario de la Virgen de Fátima. En aquellos años se formaban peregrinajes desde todos los municipios del departamento para venerar a la imagen”, dijo Amparo Alemán Galindo, devota.
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En la ciudad de Siguatepeque, Comayagua, también se le rinde tributo y en su honor la parroquia lleva por nombre Nuestra Señora de Fátima.
Peregrinaciones, eucaristías de sanación para ungir a las personas que requieren de salud y la ganancia de indulgencia plenaria están contempladas como parte de la celebración, anunció el sacerdote Mario Ventura, vicario de la parroquia.
