Tegucigalpa, Honduras
Su sueño es ver una comunidad desarrollada y próspera.
Con el ceño fruncido, como queriendo demostrar que se toma muy en serio el reto, con sus puños aferrados a una vieja pala y con el coraje que la vida le regaló se pone manos a la obra.
Desde pequeña sus progenitores le enseñaron el valor del trabajo y amor hacia el prójimo. Su mayor sueño es ver medio kilómetro de la calle de su comunidad pavimentada.
Es por esa razón que se ha hecho amiga de las herramientas de la construcción, los baldes y el cemento para trabajar con ellos cada domingo.
A ella la apodan “Alcaldesa”, por su compromiso social. Se trata de Utila Delmy Andino Hernández, una residente de la aldea Villa Nueva, en la salida al oriente del país, fundada en 1994.
Su amor por el lugar donde reside le han permitido involucrarse y desarrollar diferentes proyectos en beneficio de su comunidad.
Su mayor evocación son sus abuelos, a quienes recuerda como su mayor ejemplo de vida.
“Todo esto lo aprendí de mi abuelita, ella preparaba los alimentos de los trabajadores sin esperar algo a cambio”, dijo Andino, mientras las lágrimas corrían en su rostro al recordar a su adorada y amorosa abuelita.
La entrevistada relató que en años anteriores la vía pública solo era un callejón de herraduras.
En aquellos años para viajar a Tegucigalpa su familia debía de salir a las 4:00 de la mañana y caminar ciertos tramos para tomar la unidad de transporte en la colonia Rubén Darío.
“Yo no tengo vehículo, pero sé que otros de mis vecinos sí tienen y serán bendecidos cuando ya se culmine la pavimentación de esta vía”, expresó esta jovial mujer de 70 años.
El proyecto inició con 19 voluntarios, pero con el paso de los meses el número ha disminuido a la mitad.
“Estas personas trabajan, la única forma de avanzar es el domingo, ahora me preocupa, ya que viene la época escolar y pienso que no tendré apoyo”, lamentó.
Los vecinos que circulan en vehículo aportan voluntariamente entre uno a 100 lempiras como máximo.
En el sector falta la construcción de 800 metros y las cunetas, por lo que hace un llamado a las autoridades del gobierno.
