TEGUCIGALPA, HONDURAS .-En una muestra de repudio a la inseguridad y abrumados por los constantes atentados y violencia en el transporte, un grupo de conductores de la ruta Carrizal-UNAH-La Sosa ayer detuvieron por más de cinco horas sus unidades.
Hastiados de la violencia, más de 85 transportistas de esta ruta apagaron los motores de sus unidades y los estacionaron alineados en fila
Un grupo lo hizo en la terminal de El Carrizal y el otro a inmediaciones del puente de la colonia Loarque, en el anillo periférico.
Y es que la sombra de la inseguridad pareciera un pasajero permanente que se niega a bajar de las unidades de transporte urbano de la ciudad.
Los usuarios también resultaron afectados, pues muchos fueron bajados de los buses que circulaban por el anillo periférico por los mismos conductores, con el fin de que los pilotos de las unidades se sumaran al paro de servicio.
A los pasajeros se les reembolsó el valor del pasaje y algunos usuarios tuvieron que acudir a buses “brujitos”, taxis y hasta “jalón” en vehículos pick-up para llegar a sus destinos.
“Pedimos que nos resuelvan, porque no solo donando ataúdes se arreglan las cosas, nuestras vidas valen, también tenemos derecho a un trabajo seguro”, expresó uno de los conductores en paro.
Los trabajadores del volante se mostraron molestos e indignados por la falta de apoyo en seguridad, pues demandan que cada bus sea resguardado por uno o dos elementos de seguridad.
“Los de Seguridad solo vienen tres días y se van y de nada sirve porque otra vez vienen a extorsionarnos los pandilleros”, afirmó otro de los conductores.
“Precio de gallo muerto”
A raíz de la violencia extrema en el transporte, hay casos de empresarios que han comenzado a abandonar este negocio.
Gerardo Aguilar, asesor del Consejo Nacional del Transporte (CNT), explicó que incluso algunos transportistas han comenzado a vender sus unidades con el registro legal a precio de “gallo muerto” por el ambiente de inseguridad.
“Las unidades se están dando baratas y van con el registro, hay transportistas que pierden hasta 400 mil lempiras de su valor real”, reveló Aguilar.
En cuanto al trabajo que realizan los elementos de la Fuerza Nacional de Seguridad del Transporte Urbano (FNSTU), el entrevistado consideró que es una unidad para dar respuesta y no para la prevención.
Señaló que se requieren de instrumentos tecnológicos como botones de pánico, GPS y cámaras de vigilancia para reforzar la seguridad.
“Se quiere hacer un botón de pánico inteligente para que sea una especie de aplicación para que el usuario puede acceder a ellos”, expresó Aguilar.
Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba son las ciudades donde más ataques al rubro de transporte se registran.
El vocero de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), Mario Fu, recomendó a las personas víctimas de extorsión que acudan a las autoridades competentes para que tengan una orientación profesional.
