TEGUCIGALPA.HONDURAS.-Confeccionar vestidos ha sido la forma en la que se ha ganado la vida desde que era una adolescente, pero nunca su máquina de costurar ha permanecido apagada durante tanto tiempo.
“Yo he pasado más de 14 años en este negocio, nos ha costado levantarlo, hemos llorado, hemos empezado de cero, una y otra vez, ocupamos que se reactive todo pronto”, afirmó doña Rosa Martínez, propietaria de Variedades Rosita, uno de los muchos negocios que han sido afectados por la crisis económica de la ciudad producto de la pandemia por coronavirus.
Las cortinas metálicas de cientos de locales de mercados permanecen abajo y con candado desde hace tres meses en cuatro mercados municipales.
Durante este período de confinamiento, la venta de baleadas en Los Dolores, la compra de ropa en La Isla y la producción de zapatos y tajaditas en la Séptima Avenida están paralizadas.
La clientela en busca de achinería en el mercado Álvarez también se ha quedado sin acceso a las instalaciones.
En el plan de reapertura inteligente progresiva que inicia hoy el gobierno no entran estos mercados debido al foco de infestación que representa la aglomeración de personas.
Las plazas que sí lograron activarse fueron aquellas cuya oferta se centra en productos de primera necesidad y que también habilitaron protocolos de bioseguridad aprobados por Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager): los mercados San Pablo, Zonal Belén, Jacaleapa y San Miguel.
Yamileth Padilla, gerente de Mercados de la Alcaldía, explicó que las plazas de venta que se encuentran cerradas se debe a que sus instalaciones todavía no reúnen los requisitos para reactivarse, además que la oferta que brindan no es de primera necesidad.
Padilla informó que estos mercados se incorporarán a mesas de trabajo y presentarán su propuesta a las autoridades de Sinager para reactivarse.
Por ejemplo en el mercado Séptima Avenida hubo una reunión entre los adjudicatarios de los locales para determinar las acciones que se tendrán previo a reactivarse.
Orbelina Pavón, presidenta de este mercado, detalló que no hay suficientes recursos para readecuar el mercado con túneles de desinfección, por lo que solicita a las autoridades locales y empresa privada a que se solidaricen con los locatarios y puedan donar uno de estos equipos.
“Nos reunimos porque todos tenemos deudas, todos estamos con el agua hasta el cuello, todos ocupamos un auxilio económico”, afirmó Pavón. Además informó que de no tener ayuda con el túnel de sanitización buscarán realizar la desinfección de los clientes con medidas alternativas como el uso de bombas y la limpieza del calzado.
En tanto Yadira Bendaña, presidenta del mercado La Isla, lamentó que desde que fueron trasladados a esta zona no han tenido oportunidades a su favor.
“Nosotros le pedimos permiso a la Alcaldía para sacar nuestra mercadería. Hablamos con representantes de Sinager y nos han pedido que tengamos medidas de bioseguridad”, afirmó Bendaña. La dirigente recordó que han solicitado a las autoridades de la comuna que puedan apoyarles para reabrir las puertas en la central de abastos de 490 puestos, pero solo han recibido negativas.
En el mercado Los Dolores, los vendedores han respetado el confinamiento y no han abierto sus negocios.
María Elena Amador, presidenta de la asociación de vendedores, explicó que la mayoría de sus locales son destinados a la venta de achinería, ropa y servicios y no han sido autorizados, pero que hoy acudirán a realizar labores de limpieza en la plaza de ventas y que establecerán las medidas de bioseguridad que estén al alcance.
Mercados artesanales y de servicios claman por retornar a sus labores
Los comerciantes de los mercados no entran en el plan de reapertura inteligente y se han organizado para presentar propuestas de reactivación. Las deudas y la falta de ingresos los mantienen agobiados
07.06.2020
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