TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Los estudiantes de la capital y de todo el país han tenido que transformar la sala o el comedor de sus hogares en su nueva aula de clases y esta situación podría extenderse hasta que finalice el año lectivo.
Y es que seguir con el proceso educativo para miles de estudiantes y docentes ha sido un reto, ya que a prueba y error los alumnos y maestros tuvieron que adecuarse a la educación virtual para seguir con su formación académica. Se estima que la cobertura en el departamento de Francisco Morazán es de más de 303 mil alumnos, equivalente al 85%.
Los grados con mayor cobertura en el nivel básico son tercero, quinto y sexto grado.
Según los registros de la plataforma de reporte de los docentes, ODK, el 35% de los estudiantes utiliza WhatsApp, el 15% la televisión y un 7% se educa a través de mensajitos.
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Estudios revelan que el 67.5% de la población hondureña está sin acceso a internet, lo que obstaculiza el desarrollo de las clases virtuales.
A estas alturas del año, los estudiantes de primero a noveno grado cursarían el tercer parcial y los del nivel medio avanzarían en el segundo semestre, sin embargo, los parciales, semestres o trimestres que brindan la segmentación del proceso de enseñanza quedan condicionados al avance de cada centro educativo.
La Secretaría de Educación dictó los lineamientos sobre cómo deberán ser evaluados los estudiantes según el nivel educativo que cursa durante este atípico año debido al covid-19.
En el caso del nivel básico se evaluará con un 70% de tareas y un 30% con pruebas escritas no presenciales; en tanto los estudiantes de media serán evaluados con 60% de acumulativo y 40% de evaluaciones. También se define que la evaluación del Himno será virtual y también la práctica profesional puede desarrollarse a través de plataformas digitales.
Miguel Raudales, del departamento de Supervisión Educativa de la Departamental, manifestó que tanto las plataformas como los cartillas son destinadas a zonas en las que hay dificultad para la conectividad.
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Problema económico
Un trabajo realizado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) sobre la opinión de los padres con respecto a la educación en contexto del covid-19 refleja que dependiendo del nivel de conectividad hay una mejor comunicación y aprendizaje, pero más del 52% de los padres dicen que cumplir con las tareas a través de medios digitales les implica un gasto extra.
Además el 57.4% consideran que sus hijos están aprendiendo muy poco, y esto tiene que ver sobre todo con la conectividad. En el documento se identificó que en la región 3 donde se ubica Tegucigalpa como zona de alto nivel de contagio también es donde mayores condiciones de conectividad hay.
Para Daniel Esponda, dirigente magisterial, la calidad del sistema educativo ya era baja, pero con la pandemia por covid-19 se agudizará. Ante el lineamiento de que los estudiantes que se gradúan este año y que están por iniciar el Trabajo Educativo Social (TES) deberán realizar actividades que no los pongan en riesgo, como investigaciones o ensayos, Esponda sugirió que el TES debería estar enfocado en la salud. “Se debería tener una plataforma de acceso gratuito, en la que se tenga la matrícula de cada centro educativo para que los estudiantes pudieran monitorear la salud del núcleo familiar”, aportó.
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