EL HERALDO hizó un recorrido por cinco parques de la capital para constatar sus condiciones.
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Sentado en una de las esquinas del parque La Concordia, con su desayuno en mano, Carlos Sabillón comentó a este rotativo que con la pandemia su trabajo en una imprenta ha disminuido, por lo que tiene más tiempo libre, por ende ha retomado la costumbre de visitar este lugar.
“Es uno de los pocos parques que siguen teniendo árboles, por eso me vengo aquí a desayunar, hace 35 años atrás, venía con mis hijos y habían hasta tortugas grandes y aves, era bien bonito, pero ahora ni agua hay”, lamentó Sabillón.
Este rinconcito maya de la capital fue restaurado en 2019, pero en un par de años la suciedad y la falta de cuidado han vuelto a apoderarse de este mítico lugar.
Otra parada fue el parque La Libertad, ubicado en la sexta calle, entre la segunda y tercera avenida de Comayagüela.
Este lugar es uno de los que reflejan más abandono y falta de inversión.
“La pintura está desgastada, las bancas están viejas, si las autoridades pudieran darle un buen mantenimiento a este lugar sería lo ideal”, comentó Carlos Marroquín, un salvadoreño que visitaba el lugar.
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También el Parque Valle presenta falta de cuidado, sobre todo porque la iluminación es deficiente, según denunciaron varios capitalinos.
“En la noche como está oscuro aquí se vienen a hacer a saber qué cosas, porque uno deja bonito y al día siguiente ya está feo”, comentó Gerlin Sierra, un jardinero del Parque Valle. En el caso del Parque Finlay en la 13 avenida de Tegucigalpa, las personas han hecho del lugar un punto ilegal de basura.
“Yo ni trabajo con la Alcaldía y trato de venir a barrer todos los días, porque como ciudadana me gustaría ver mejor este parquecito, pero de nada sirve si la gente viene a tirar lo que se le dé la gana y nadie les dice nada”, comentó Daniela Soto, una vecina de este sector.
Inversión y proyectos
Según datos del Plan de Desarrollo Municipal con enfoque en Ordenamiento Territorial, la mayoría de los parques se ubican en el centro histórico de Tegucigalpa y no cumplen la mayoría de las necesidades para que los parques se encuentren en condiciones adecuadas.Cada año la comuna capitalina destina más de nueve millones de lempiras solo en mano de obra, para el mantenimiento de estos parques, sin tomar en cuenta el costo de la limpieza.
El gerente de la Unidad de Gestión Ambiental de la comuna capitalina, Jonathan Laínez, defendió que los parques municipales reciben un constante mantenimiento, pero, existen áreas como la seguridad que por la falta de presupuesto es complicado dar respuesta.
“En el ámbito de la seguridad tratamos de coordinar con la Policía, la seguridad pública, porque no contamos con el presupuesto para poder pagar tres vigilantes en cada parque, que vendrían siendo unas 120 personas a las que se les debe pagar el salario mínimo, pero se está haciendo la fuerza con la seguridad pública”, agregó el titular de esta unidad.
Es decir, que si la comuna asumiera el pago de seguridad, la inversión sería un aproximado de 30 mil lempiras mensuales por cada parque, explicó Laínez.
Pese a que se realicen algunos trabajos de mantenimientos como el cambio de las lámparas, el vandalismo vuelve a arruinarlas, en algunos de los casos estos focos no han durado ni una semana, según lo detalló Laínez.
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Por su parte el gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Héctor Portillo, consideró que estos espacios recreativos tienen un valor antropológico e histórico, por lo tanto, la institución apoya con el diseño de proyectos de intervención para la conservación de estos espacios, los cuales son trasladados a la comuna para que ellos lo ejecuten.
“Los espacios públicos de Tegucigalpa deben convertirse en espacios vivos, el IHAH quiere dar paso a un programa para activar estos espacios, y que se realicen ferias como gastronómicas, de artesanías, escultura, por los momentos esto solo se encuentra en papel, pero más adelante se piensa pasarlo a la comuna”, adelantó Portillo.
Según estimaciones del IHAH, el costo para la conservación de cada uno de estos espacios puede rondar en unos 35 mil a 40 mil lempiras de manera trimestral.