TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con una riqueza incalculable en historia, arquitectura, arte y cultura, el Museo de Historia Republicana Villa Roy cerró sus puertas hace más de diez años en la capital.
Con ello se dio un paso atrás en el fortalecimiento de la identidad nacional.
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El espacio cultural enfrenta una lucha cuesta arriba desde 1978. El problema, que es de índole geofísico, fue y sigue siendo una ladera donde se asienta el inmueble.
Pero fue hasta en el año 2011 cuando se hizo la primera intervención del inmueble, buscando sostenerlo con micropilotes, que son estructuras de acero insertadas en una carcasa o armadura de acero que constituye el núcleo portante y que se cubre normalmente con una lechada inyectada de cemento de alta resistencia.
Antes de esto, vehículos clásicos, pinturas, esculturas, entre otros, que conservaba el Villa Roy, se resguardan en la Unidad de Registro y Control del IHAH y en la antigua Casa Presidencial.
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La medida ha dado resultados positivos y muestra de ello es que el inmueble sigue en pie, consideró Héctor Portillo, gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), ente descentralizado del Estado creado en 1984 y que tiene la tutela del Villa Roy.
Uno de los obstáculos para avanzar con la recuperación del museo es la indiferencia de las autoridades, quienes mantienen una concepción errada del significado del patrimonio cultural, agregó Portillo.
Definió estos espacios como “oportunidades de desarrollo que inciden en la economía local, regional y nacional generando empleo y estimulando el emprendedurismo”.
En el año 2019 se formalizó un proyecto de estabilización de la ladera y restauración del inmueble a través de la Secretaría de Coordinación de Gobierno. El objetivo era recibir una partida presupuestaria para el 2020, sin embargo, la Secretaría de Finanzas no dio respuesta a la solicitud que envió el IHAH.
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Omar Talavera, subgerente de patrimonio del IHAH, explicó que incluso se creó el proyecto Museo Vivo, que consistía en la apertura a centros educativos para visitas en el museo.
“Todo eso ya se perdió”, lamentó. De su lado, Anarella Vélez, titular de la Dirección Ejecutiva de Cultura y Artes, prometió que durante su gestión habrá un compromiso para recuperar esos inmuebles que son ricos en cultura e historia.
Daniel Natalio Rodríguez, experto en arquitectura, explicó que no se puede hablar de una recuperación del espacio cultural sin antes solucionar la falla que mantiene inestable parte del terreno donde está el museo. Una de las soluciones es mover la capa superficial, hacer un apisonamiento y colocar malla geotextil.
“Eso genera mayor estabilidad en el terrero y se puede repetir unas cinco a seis veces”, explicó.
En relación con el inmueble, se han ejecutado proyectos preventivos como el sistema de puntales, que son estructuras auxiliares temporales o permanentes que soportan muros de contención.
Reparar la falla costaría L 48 millones y restaurar el inmueble L 40 millones, según un estudio realizado en 2019.
