TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El sueño de Kimnybeth Ordóñez de crear su propio taller mecánico una vez que culmine su bachillerato técnico profesional (BTP) se balancea en una cuerda floja.
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Y es que, aunque la colegiala muestra un alto rendimiento en sus clases, la falta de herramientas y equipo resta formación a la preparación de una de las pocas mujeres en la carrera de mecánica automotriz del centro educativo técnico Saúl Zelaya.
La razón, según coincidieron sus autoridades, es el olvido y abandono de la Secretaría de Educación en el mantenimiento y mejoras de los talleres y laboratorios que son una base fundamental en el aprendizaje de los estudiantes.
Recorrido
EL HERALDO visitó algunos de los institutos técnicos y se logró constatar, por ejemplo, que en ese centro educativo el 80% del equipo con el que cuentan está inhabilitado por falta de mantenimiento. Para Nelson Díaz, coordinador de la carrera de mecánica automotriz del Saúl Zelaya, hay formas sencillas y factibles que las autoridades pueden implementar para apoyar estos centros.
“Permitir el uso de los carros abandonados en planteles del Estado para prácticas de los muchachos, ayudaría. Nosotros ponemos la mano de obra y ellos solo los repuestos”, dijo el experto. Y aunque la solicitud ya se ha realizado en repetidas ocasiones, la indiferencia es la única respuesta.
A la lista de colegios en abandono se suma el Instituto Técnico Honduras (ITH), que desde hace más de una década no reciben ni una sola donación de equipo para sus cinco talleres. “Los estudiantes salen preparados en su área, pero si tuvieran mejores insumos, saldrían más preparados”, dijo uno de los docentes luego de reprochar que en los talleres “no hay nada (de equipo)”.
Ricardo Artica, estudiante del ITH, resiente la falta de apoyo de las autoridades y reconoce que son los docentes quienes generalmente gestionan ayudas para materiales y equipo.
En el taller de electricidad, los tableros donde los jóvenes aprenden a hacer conexiones están en mal estado, por lo que la enseñanza es más compleja, consideró el joven. Para Nelson Cálix, director de ese centro educativo, la falta de apoyo es evidente, por lo que instó a las autoridades a volver su mirada a esos centros de formación.
En el Instituto Técnico Luis Bográn el escenario no es diferente, y aunque cuentan con la mayoría de talleres (14) en comparación con el resto de colegios visitados, el 50 % de su equipo y herramientas necesitan mantenimiento. El taller de mecánica industrial, por ejemplo, tiene dos tornos de control en mal estado y su reparación ronda entre los 200 mil a 300 mil lempiras.
Estas máquinas son de uso esencial para los jóvenes y ante su carencia deben hacer uso de otras máquinas con menor tecnología, lo que se traduce a un retroceso en su aprendizaje.
Indiferencia
Pese a que la problemática no es nueva, las autoridades de Educación aseguran desconocer el tema. Y es que EL HERALDO buscó su versión, pero lo que logró como respuesta fue el “no tengo información”, de parte del subsecretario de Educación, Edwin Hernández.
Esta solo es una de las carencias que sufre el sistema educativo de la capital, ya que varias escuelas también resienten la falta de espacio, al grado que usan sus patios para impartir el pan del saber.