Tegucigalpa

Avances en la Villa Solidaridad encienden flama de la esperanza

Mientras la agónica espera cobija a los damnificados, desde la comuna detallan los avances del proyecto habitacional en la salida a Olancho
23.11.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Si Dios nos sacó de ese cerro es por algo, confiamos en que la Alcaldía Municipal cumplirá su promesa y no nos abandonará”, son las palabras de Maritza Herrera, una de las personas que perdió su morada tras el desastre que devastó la colonia Guillén hace 14 meses.

En medio de las dificultades que implica el alquiler mensual —de cinco mil lempiras— que ahora paga desde que la casa que habitó por 31 años terminó en escombros, la dama de 61 años se aferra al Divino Creador, mientras en el kilómetro nueve de la carretera hacia Olancho los trabajos de la comuna ya dan forma a la futura Villa Solidaridad.

“A veces los mismos vecinos me cuestionan y preguntan ‘¿cuándo estarán las casas?’, les digo que al igual que ellos, no lo sé. Al alcalde Jorge Aldana le digo que no nos deje de la mano y nos recuerde, a los damnificados solo puedo decirles que también estoy sufriendo pero sé que la espera valdrá la pena”, manifestó Herrera, también representante de los damnificados que añoran las 180 casas del proyecto habitacional.

Procedimiento y avances

Claudia Bueso, titular de la Gerencia de Mejoramiento de Vivienda de la Alcaldía Municipal, detalló a EL HERALDO que el proyecto, valorado en más de 120 millones de lempiras, ya está en su etapa de obras estructurales, en específico la construcción de los muros de contención que sostendrán el terreno y, posteriormente, las calles y las viviendas.

“Los muros son de piedra y hacen las plataformas de las viviendas, recordemos que necesitamos los terrenos planos y para eso funcionan los muros para retener, van en la parte posterior y en uno de sus lados”, explicó la arquitecta.

El siguiente paso será la urbanización e incluye las calles y las viviendas.

La entrevistada adelantó que tras culminar las obras estructurales lo siguiente es el proceso de urbanización, es decir colocar las tuberías y luego el concreto en las calles y aceras, dejando abajo todas las instalaciones hidrosanitarias respectivas.

De acuerdo con Bueso, en algunas zonas durante la etapa de urbanización se realizarán actividades paralelas, es decir calles y de manera simultánea las viviendas, pero en otras solo las vías.

Drama entre la devastación

Más allá de los obreros, la maquinaria y los avances visibles, la arquitecta reveló que en paralelo la Gerencia de Asuntos Legales analiza todos los casos de cada uno de los damnificados. Al terminarlos todos, realizarán la convocatoria de asesoría para los futuros beneficiados.

“A nadie se le ha asignado (casa y terreno) hasta que tengamos el análisis. Realizamos un trabajo en conjunto con varias gerencias ya que creamos el Comité de Asignación de Viviendas de Villa Solidaridad y está integrado por Desarrollo Humano, Desarrollo Municipal, Mejoramiento de Vivienda, Asuntos Legales, Catastro y la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgos (UMGIR)”, concluyó.

El diseño de las casas permitirá futuras ampliaciones verticales.

Entre los escombros que ahora son parte del paisaje en la zona cero de la Guillén, don Víctor Rodríguez señala el lugar donde quedaron sepultados los recuerdos de su niñez y, con un tono sereno, pero que denota angustia, recordó el estruendo que rompió el silencio de la madrugada del 16 de septiembre del 2022.

“No dormimos, fue como a las 2:00 de la mañana, a las 4:00 todo estaba destruido. Vivíamos con mi mamá, hermanos, esposa y suegra, ahora mi mamá paga 7,000 lempiras de alquiler, yo 5,000”, indicó.

El afectado, al igual que los demás, reitera su desesperación y espera que el proyecto Villa Solidaridad -donde cada vivienda tendrá un costo estimado de 450 mil lempiras y que medirá 54 metros cuadrados edificadas en lotes de 7x14 metros- avance y culmine.

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