TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Al que madruga, Dios le ayuda”, es una frase que se repite Carmen Díaz, de 51 años, antes de salir a comprar a los mercados en la búsqueda de mejores precios para economizar su dinero.
Díaz, quien se dedica a barrer las calles de la capital para llevar el sustento a casa y alimentar a sus tres hijos y aseguró que “para llevarse un bocado a la boca, el dinero tiene que ser bien trabajado”, en referencia a los imparables incrementos que los productos alimenticios ha reportado durante estos últimos meses, y que la orillan a comprar productos de menor calidad para lograr suplir las necesidades básicas de su hogar.
Con descontento aseguró que “ahorita todo está caro, ¡je! Ni me quiero imaginar el bombazo que se vendrá en esta Navidad. Creo que con mis hijos tendremos que elegir entre vestir o comer porque ambas cosas serán imposibles de cumplir”.
Así como la quincuagenaria, miles de capitalinos optan por tomar la misma decisión de ahorro, pero para la época de Navidad las cosas podrían tornarse peor.
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Expertos hablan
EL HERALDO conversó con economistas y expertos en el estudio de la canasta básica para conocer las fluctuaciones del alza en los productos alimenticios.
Adalid Irías, titular de la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah), explicó que la canasta básica bien podría rozar los 12 mil lempiras para el mes de diciembre, pues el costo de los alimentos ya está elevado y seguirá la tendencia.
“Claro que la canasta básica podría aumentar, recuerde que está la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que hace que los productos eleven sus precios en los mercados; pero también deben de abastecerse los mismos para que la gente pueda comprar más barato”, explicó el presidente de Adecabah.
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Detalló que para el cierre de diciembre del 2021 la canasta básica alcanzó los 10,500 lempiras, lo que supondría un aumento de 1,500 lempiras al cierre del 2022.
Asimismo, otra de las problemáticas que golpea a la economía es la falta de granos en los mercados, situación que se le atribuye al acaparamiento que hacen los coyotes para lograr que todo suba de precio y obtener mayores ganancias.
El economista Henry Rodríguez, explicó que “la solución es que el gobierno garantice que los productos necesarios estén en los mercados y esto no daría razón para que los aumenten a precios exagerados”.
Acotó que “tenemos entendido que está saliendo la cosecha de maíz y que aun cuando hay problemas con los frijoles, el Gobierno está tratando de garantizar el acceso de la población a ellos, igual está pasando con los lácteos y los huevos”.
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Otra realidad
Sin embargo, otros expertos en economía afirmaron que los precios que se viven hoy en día “no deberían subirse más porque la gente no podrá suplir sus necesidades y nadie está trabajando para que el ciudadano viva bien, sino que viendo de dónde sacan mayor utilidad”.
De su lado, doña Luisa Ortega, vendedora de abarrotería, justificó que “a nosotros el producto nos viene caro y no es porque sea culpa de los mercados, sino de los empresarios que desean sacar lo que le dan a sus trabajadores como aguinaldo en diciembre”.
Ortega sostuvo: “Mire, para Navidad todo sube, siempre es la misma historia, pero ninguno piensa en que los pequeños nos llevamos la peor parte; pagamos alquiler, servicios y todavía recibimos el impacto del aumento para no correr a nuestra clientela”.
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El director de Protección al Consumidor, Mario Castejón, aseguró que han estado gestionando la compra de frijoles con el IMAH para que este producto básico pueda volver a su precio normal de 80 lempiras la medida (cinco libras) en noviembre”.
Empero, aun con estos esfuerzos, la Navidad se verá opacada si no se le pone mano fuerte a la especulación y acaparamiento de alimentos en los diferentes mercados y comercios de la capital.
De igual forma, el Gobierno deberá buscar otros proveedores que puedan abastecer las necesidades de los hondureños a menores precios y balancear la canasta básica con el salario.
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