TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Como un marinero que se aferra a la paciencia y el azar, Alejandro Rosales espera que la suerte le sonría y así pescar un premio a través de la Lotería Menor del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
De manera religiosa, el capitalino compra “la Chica” desde 1980 y 43 años después su instinto le indica que compre el 21; mientras habla con EL HERALDO sonríe, sus cejas se levantan y orgulloso rememora que el año pasado le pegó con el “doble 7” con más de 50 mil lempiras.
Rosales no lo sabe, pero parte de sus compras han contribuido al millonario recaudo que supera los 1,260 millones de lempiras reportado en ventas de la Chica por el PANI entre el 2010 hasta mediados de julio del 2023 en el Distrito Central.
“No lo voy a engañar, le he pegado buenos bombazos, hace un año compré 53 boletos y gané 58 mil lempiras, es el cachimbaso más fuerte”, confirmó.
Crecimiento
De acuerdo con la respuesta SOL-PANI-60-2023, esa entidad por la venta de lotería grande y chica a recaudado 1,349,482,298 lempiras.
De ese monto, el 93% con 1,260,448,848 lempiras corresponden a ingresos generados por la venta de “la Chica” y mientras que el 7% restante proviene de la venta de “la Grande” con 89,033,450 lempiras.
Los datos analizados por este rotativo reflejan un destacable crecimiento en las ventas de la Chica, por ejemplo, para el 2013 las ventas generaron 9,230,000 lempiras, en el 2023 la cifra se elevó a 259,184,268, es decir, que el PANI reporta un incremento de un 2,707.64%.
Hay que resaltar que el repunte en las ventas de la Chica, según los datos de esa entidad, inició en el 2016, ya que entre el 2010 y 2015 los montos no superaban los 20 millones.
Sin embargo, en el 2016 el incrementó superó los 112 millones de lempiras.
Alzas y bajas
En cuanto al recaudo por la venta de la Lotería Mayor o “la Grande”, no se aprecia un crecimiento constante y por cada año se observan ventas escalonadas de disminución o incremento.
Por ejemplo, en el 2016 se vendieron cinco millones de lempiras, en el 2017 la cifra subió a seis millones, pero en el 2018 la cantidad disminuyó a cinco millones otra vez.
La tendencia de alzas y bajas por año en la venta de esas denominaciones se mantiene en los últimos trece años de acuerdo con los datos revisados por este rotativo.
Protagonistas
Pero qué sería de las ventas sin los obreros, los que bajo la lluvia o el inclemente sol permanecen inamovibles en unos 200 puntos de la ciudad capital, los vendedores en su mayoría con cabelleras donde resaltan hilos de plata también son protagonistas en la noticia.
Sentado en un banco y con la Chica sobre una modesta e improvisada mesa de madera, Don Julián Grandes de 67 años relató que inició con la venta de lotería en 1969, es decir, tiene ya 54 años en el negocio.
“Antes vendían una bolsa traía 100 pliegos grandes ahora son pequeños, costaba 525 lempiras”, recuerda mientras despacha a los que se consideran con suerte mientras buscan sus números favoritos.
Para el adulto mayor, ya un veterano vendiendo Chica, el acceso al seguro social, salarios extras u otros beneficios son inalcanzables. Aun así no guarda rencor y agradece que gracias a sus ventas logró sacar adelante a sus tres hijos.
“El PANI nos ayuda, pero con crédito, pero no tenemos un futuro nos gustaría poder jubilarnos aquí tenía un compañero que solo nos decía ‘sálvese quien pueda’”, expresó mientras revelaba que las ganancias por las ventas son mínimas y apenas ajusta para sobrevivir.