Tegucigalpa, Honduras
Apreciar de cerca el embalse más importante de la capital asombró a los niños ambientalistas.
Los infantes que de la mano de diario EL HERALDO y patrocinadores como COACEHL han asumido un compromiso real a favor del planeta se trasladaron hasta la represa La Concepción.
Por primera vez en seis años de realizar el proyecto educativo Escuelas Amigables con el Ambiente, los niños de los Comités Ambientales de las Escuelas Amigables con el Ambiente visitaron el embalse y planta de tratamiento.
Este es el sexto año que la ejemplar institución apoya la campaña que impulsa EL HERALDO.
“Es la primera vez que desarrollamos este recorrido a la represa La Concepción, esta es una experiencia única para los niños porque ninguno de ellos conocía este embalse”, manifestó Danny Maldonado, oficial de responsabilidad social empresarial de COACEHL.
Aventura por el agua
Durante una semana, los líderes ambientalistas de cada centro educativo participaron de este recorrido, en compañía de docentes.
Los primeros equipos en participar de esta aventura, para conocer sobre la importancia del agua como recurso natural, fueron los alumnos de la Escuela República de Francia y de la Escuela República de Canadá.
También se sumaron los alumnos de las escuelas República de Nicaragua, Paquita Guerrero y John F. Kennedy.
De un momento a otro la calma y el silencio que reina en los alrededores del estanque fueron interrumpidos por la alegría y las sonoras risas de los niños aliados de la naturaleza.
Los representantes de COACEHL brindaron a los héroes de conciencia verde, antes de iniciar el recorrido, un carné para ser identificados por su nombre y un bote para agua.
También se les proporcionó una libreta y lápiz para que pudieran realizar los apuntes necesarios para su proceso de formación.
El talento humano del departamento técnico del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) brindó el recorrido por el embalse.
“Esta represa se llama Rigoberto Cerna David, pero le llaman La Concepción porque fue construida sobre una aldea que lleva el mismo nombre”, les explicó a los niños Joaquín Rodas, inspector de instrumentación del SANAA.
Tratamiento del agua
Luego de recibir una sana merienda los educandos se trasladaron a la planta de tratamiento de este embalse, para conocer sobre el proceso de potabilización del agua.
Los niños no pudieron ocultar su asombro cuando conocieron la maquinaria y los insumos que le son aplicados al vital líquido antes de que sea enviada a sus hogares.
También conocieron sobre la cantidad de agua almacenada en este depósito: 36 millones de metros cúbicos.
