El robo y los saqueos de las viviendas de la antigua y abandonada Ciudad Mateo continuaron durante la Semana Mayor.
Y es que a pesar de que en el polémico complejo habitacional permanecen 22 agentes de la seguridad privada, los delincuentes siempre buscan la forma de burlar la seguridad para desmantelar las puertas o ventanas del costoso proyecto.
Según el relato de los propios agentes, quienes no se identificaron por temor a represalias, los vecinos de las aldeas aledañas se han propuesto desmantelar todo lo que se pueda.
Los guardias lamentaron que los miembros de la Policía Nacional y del Ejército se hayan marchado del proyecto ya que según ellos, con su apoyo “hay mayor protección en el lugar”.
A lo largo del inmueble es fácil observar puertas, ventanas, madera y otros enseres tirados en varios puntos del proyecto o en la orilla de la carretera.
Al parecer el monumento a la desidia no ha sido ni es del interés de ninguna autoridad, ya que no se le presta la atención que el inmueble requiere.