TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El peso de las responsabilidades domésticas y la atención a la familia a menudo eclipsa la importancia de mantener un estilo de vida activo y saludable. En medio de la rutina agitada, el autocuidado queda relegado a un segundo plano, y la conciencia sobre la importancia de la actividad física se desvanece.
Durante los últimos cuatro años (de enero de 2020 a febrero de 2024), un total de 4,664 residentes del Distrito Central fueron diagnosticados como obesos. De estos, 1,230 son hombres y 3,434 son mujeres, según el área de estadística de la Secretaría de Salud (Sesal).
Estas cifras reflejan una tendencia que afecta a ambos géneros, pero con una marcada diferencia que señala a las mujeres como el sector más vulnerable ante este padecimiento.
El refrán “panza llena, corazón contento” ha sido durante mucho tiempo una expresión arraigada entre los hondureños, reflejando la satisfacción que se siente después de una buena comida; olvidando las consecuencias que podría acarrear el hecho de no concienciar el consumo de alimentos en exceso.
Sin distinción
Lo cierto es que esta pandemia sigilosa que acecha a los capitalinos golpea a la puerta de todos sin distinción. La data proporcionada por la Sesal y analizada por EL HERALDO revela que este padecimiento no discrimina por género y mucho menos por edad, ya que las cifras demuestran que está afectando tanto a niños como adultos.
De los 4,664 diagnosticados, 325 de ellos se encuentran en un rango de 1 a 18 años, es decir, son menores de edad. Según especialistas, los padres asocian la salud de los menores con su peso, “entre más gordito esté un menor, más sano”, pero esta es una creencia errónea.
Otro de los detonantes que ha venido a alimentar la obesidad en los menores es la tecnología. “Antes los pequeños salían a realizar algún deporte, a correr; pero ahora prefieren quedarse con cualquier dispositivo inteligente”, indicó la experta en salud nutricional Karen Oliva.
Por otro lado, el 77.04% de los diagnosticados (3,593) oscilan entre los 19 a 59 años de edad. El restante lo representan los adultos mayores, aquellos individuos que cuentan con más de 60 años.
Especialistas
Las mujeres son más propensas a padecer obesidad por muchos factores, según lo reveló Karen Oliva. Uno de ellos son las condiciones fisiológicas. “Las mujeres almacenamos más grasa; la mujer puede consumir la misma cantidad de calorías que un hombre, pero a ella le va costar más bajarlas porque tiene menos músculos y más porcentaje de grasa por sí misma en el organismo”, explicó la nutricionista.
Además, reveló que por tal razón las féminas deben realizar más actividades físicas y consumir alimentos en cantidades moderadas. Destacó la baja educación nutricional de los hondureños. “Las personas se alimentan sin ningún equilibrio y la mayoría de los alimentos consumidos son grasas saturadas o alimentos procesados”, informó.
A su vez, destacó que la cultura alimenticia no está asociada a factores socioeconómicos; en este sentido, la entrevistada aclaró que la canasta básica contiene productos bajos en grasas.
Expertos: “Las dietas milagrosas no son eficaces”
Varios productos como cremas, pastillas y tés han ganado popularidad en el mercado, prometiendo resultados rápidos en la pérdida de peso.
Oliver Wong, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Gimnasios de Honduras, explicó que no existe ninguna dieta milagrosa que garantice la pérdida de peso.
Añadió que son pocas las personas que asisten al gimnasio por estética, ya que, según sus declaraciones, el 75% de las personas que visitan estos establecimientos lo hacen porque presentan problemas de salud. Wong destacó la importancia de la actividad física en el proceso de la pérdida de peso.
“No hay atajos ni soluciones rápidas; la pérdida de peso efectiva requiere un compromiso con un estilo de vida saludable”, enfatizó
