Las expectativas de crecimiento de la industria de la construcción de un 20 por ciento para el próximo año, la apuesta hacia el rescate de los espacios públicos de la ciudad para impulsar el turismo y el auge de centros comerciales aún no se convierten en la tabla de salvación para estabilizar las finanzas en la municipalidad.
Este año, la ciudad reporta un decrecimiento económico de 1.5 por ciento, pese a que el año pasado cerró con un repunte de cinco puntos; en lo que va de 2012 su desarrollo financiero solo asciende a 3.5 por ciento.
La expectativa de las autoridades edilicias es que se logre cerrar el año con un auge del 4 por ciento, pero aún no se ven señales de que las turbulentas aguas financieras den un respiro al deteriorado barco económico de la capital.
En los últimos cuatro años, la ciudad sostiene un repunte de entre uno a cinco puntos anuales. Esta fluctuación se debe a que el principal polo de desarrollo continúa siendo el comercio, debido a la característica consumista del capitalino.
Y es que el poder adquisitivo de los ciudadanos está en declive por los constantes aumentos a los carburantes, que se traducen en alzas a la canasta básica, transporte, vivienda y productos de consumo suntuarios.
La prestación de servicios es otro de los rubros que crece anualmente, cada año se registran en la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT) unos 2,000 comerciantes que abren sus negocios en este sector.
Economía de subsistencia
Pese a que Tegucigalpa tiene al menos a simple vista un mayor desarrollo urbanístico frente a Comayagüela, aún es subsidiada por su gemela, que es la que genera el 60 por ciento de los ingresos tributarios que ingresan anualmente a las arcas municipales.
A 434 años de su fundación, el Real de Minas no alcanza la independencia económica de su hermana. Comayagüela aglutina 18 mil de los 30 mil negocios formales que existen en la capital, a esto se debe que sea la mayor aportante de tributos.
Sin contar el comercio informal, que radica en un 70 por ciento en los seis mercados de la ciudad gemela, donde circulan a diario 70 millones de lempiras.
Los 50 millones restantes de efectivo que se mueven a diario en la capital corresponden a la actividad comercial de Tegucigalpa.
Juan Diego Zelaya, vicealcalde capitalino, asegura que la relación 40-60 entre Tegucigalpa y Comayagüela siempre se ha mantenido en todas las áreas de desarrollo.
“Un claro ejemplo es la suma de todos los tributos que recauda la comuna, que ascendieron el año pasado a 440 millones de lempiras. Para este año esperamos llegar a 500 millones; de estos, 300 los generará Comayagüela”, reveló.
Las autoridades edilicias aseguran que el rumbo económico de Tegucigalpa avanza hacia un mejor futuro.
Las apuestas de urbanización como la edificación de grandes edificios, construcción de áreas comerciales y crecimiento de empresas de servicios pueden ser la clave para sanear la economía.
Según Zelaya, las finanzas de la municipalidad se mantienen en constante crecimiento y la caída de 1.5 puntos bien podría sortearse a finales de año.
Alternativas de desarrollo
A juicio de Guillermo Matamoros, presidente del Colegio de Economistas, una de las causas de la inestabilidad en materia de crecimiento económico es la crisis del sector público.
Como capital política, Tegucigalpa sufre más que otras ciudades los embates de las malas políticas públicas, dijo.
Para Matamoros, otro de los frenos del desarrollo es la urbanización improvisada que impera en la ciudad, así como la pobre inversión en infraestructura de parte de las autoridades locales.
“Es urgente dinamizar la inversión, la Alcaldía ha hecho muy poco en materia de infraestructura, los avances en esta materia son lentos, falta mucho por hacer”, expresó.
Para sortear estos baches, el economista propone explotar la riqueza colonial de la ciudad para crear paquetes de turismo atractivos y atraer la inversión con políticas sociales de mayor impacto.
“El centro histórico representa una gran oportunidad para hacer negocios, debemos explotar a la población bilingüe en esta área y generar incentivos para que el comerciante informal formalice sus negocios”, aseveró.
Plan 450 en pañales
Desde el 2008, los capitalinos sueñan con la ciudad moderna y urbanizada que se les propuso con el Plan 450, con miras a crear la capital que todos queremos para el 2028. Pero, hasta el momento, los grandes ejes torales de esta propuesta se mantienen en papel.
Mejorar el sistema de agua y saneamiento, desarrollo humano y familia, cultura ciudadana, competitividad regional, seguridad ciudadana, medio ambiente, ordenamiento territorial y gestión de riesgos son los retos a superar.
Hasta el momento el peaje, Trans 450 y el mejoramiento del servicio de agua potable son los únicos proyectos que están dando los primeros pasos hacia su ejecución.
En materia de infraestructura se mantendrá el rezago si no se echa a andar el cobro de peaje, destacó Zelaya.
Mientras tanto, Tegucigalpa solo podrá crecer al ritmo que le permita su capacidad de endeudamiento.
