TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Lo más árido del verano aún no llega y los niveles de las represas descienden rápidamente para suplir la necesidad de agua potable en los hogares de miles de capitalinos.
Los espejos de agua de los embalses de la ciudad cada vez son más pequeños, por lo que en la actualidad la represa Los Laureles tiene almacenados 4.60 millones de metros cúbicos de agua, que representan el 43.76%.
Por su parte, el embalse La Concepción tiene detrás de sus cortina de concreto 18.60 millones de metros cúbicos de agua, equivalentes a un porcentaje del 51.39.Estos bajos niveles se deben a que durante el invierno anterior estas represas no lograron alcanzar a almacenar el 100% de su capacidad.
En el caso de la fuente superficial de El Picacho, solo está produciendo 402 litros por segundo de los 1,100 que genera en invierno. Esta difícil situación generará que los racionamientos se extiendan durante más días en la capital.
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EL HERALDO conoció que las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) analizan extender de uno a dos días más los racionamientos del vital líquido para el próximo mes. Es decir que según disminuyan los niveles en las represas en los próximos cinco días, el agua podría ser distribuida cada seis o siete días durante marzo.
Este crudo escenario para el 2022 también la visualiza el exgerente de la División Metropolitana del SANAA, Carlos Hernández. “Por todas las condiciones que tenemos para este año no son muy buenas. En el caso de El Picacho, la producción es baja por la reforestación que hay”, manifestó Hernández.
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El también ingeniero, con 40 años de experiencia en el SANAA, detalló que con el nivel actual de Los Laureles solo tiene agua para dos meses y medio, es decir, hasta la mitad de mayo. “La ventaja que tiene Los Laureles es que recibe ayuda de La Concepción mediante tuberías, por lo que se refuerza el servicio”, explicó Hernández.
Además recordó que La Concepción no debe bajar su nivel de los 10 millones de metros cúbicos, para evitar riegos de una crisis mayor de agua en el 2023. “Todo indica, según los factores, que muy probablemente haya que cambiar horarios, aumentar de los cinco días en los que estamos en la actualidad”, anticipó Hernández, por su experiencia en el ente.
Por su parte, las autoridades de Copeco informaron que las lluvias podrían comenzar a inicios de mayo, pero que aún no se tiene la perspectiva climática de marzo, abril y mayo. “Hay informaciones que nos indican que podría ser un invierno en un rango medio. En marzo se espera la incursión de un frente frío débil y para abril debemos esperar cero lluvias”, detalló Juan José Reyes, jefe de Alerta Temprana de Copeco.
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