TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La capital celebra con orgullo el Día del Indio en honor a la memoria de Lempira, un líder lenca cuyo valor y determinación lo convirtieron en un símbolo de resistencia y libertad durante la época de la conquista española.
Los estudiantes y maestros son quienes, con entusiasmo y pasión, engalanaron sus escuelas con los trajes típicos, recordando las gestas heroicas del gran Cacique.
Los murales vibrantes y llenos de historia revivieron la épica lucha de este intrépido guerrero, quien desafió a los invasores y luchó con valentía por sus costumbres ancestrales.
Lempira nació alrededor de 1497 y se crió en las montañas de Cerquín, donde desde joven tuvo un encuentro con los conquistadores que amenazaban las tierras de su pueblo, y con el tiempo aprendió a combatirlos, convirtiéndose en un jefe guerrero valiente y decidido.
Su liderazgo y espíritu indomable hicieron que la figura de Lempira se convirtiera en un símbolo crucial de la nacionalidad hondureña.
En 1932, Lempira fue oficialmente reconocido por el Congreso Nacional como Héroe Nacional, y desde entonces, su legado ha sido honrado y celebrado en todo el país.
Su nombre es inmortalizado en la moneda oficial de Honduras y, cada 20 de julio, la nación se une en conmemoración del Día Nacional del Indio para rendir homenaje a este valiente líder y a todos aquellos que lucharon por la libertad y la dignidad de los pueblos indígenas.
Se cree que el Poder Legislativo declaró oficialmente el 20 de julio como el Día Nacional del Indio en 1948, aunque desde antes ya era celebrado en los centros educativos.
En este día, los hondureños reafirman su compromiso de seguir construyendo una nación inclusiva y justa, donde la herencia de Lempira sea motivo de orgullo y un recordatorio constante de que la valentía y la unidad pueden superar cualquier adversidad.