Tegucigalpa

El SANAA ha duplicado ingresos por la venta de agua a cisternas

Con el inicio del proceso de municipalización, las nuevas autoridades han implementado controles administrativos en este servicio, lo que ha generado que la recaudación pase de 25 a 46 millones de lempiras en tres años

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09.11.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los ingresos del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) por la venta de agua potable a los carros cisterna se ha duplicado en los últimos años.

Durante 2013, 2014 y 2015, antes que iniciara el proceso de municipalización, el ente distribuidor del vital líquido reportó apenas una recaudación de 25 millones de lempiras durante los tres años, es decir, en promedio 8.3 millones por año.

Sin embargo, los nuevos controles administrativos que la administración municipal ha implementado se han traducido en un incremento de recaudación del 84.5% en el mismo período.

La cifra durante los años 2016, 2017 y lo que va de 2018 se elevó a 46 millones de lempiras.

Controles administrativos
En el 2016, año en que el SANAA inició con el proceso de municipalización, los ingresos empezaron a aumentar debido a los nuevos controles administrativos que se han implementado.

El gerente de la División Metropolitana del SANAA, Carlos Hernández, explicó que con los nuevos cambios que se han realizado se han logrado incrementar los ingresos por concepto de venta de agua en bloque a camiones cisterna que abastecen del vital líquido a decenas de colonias de la Real de Minas.

La baja recaudación que reportaba el SANAA también se debe a que algunas personas se aprovechaban de los pocos controles que existían.

“Registraban tanques pequeños y cambiaban a un tanque grande y seguían pagando como si fuese una cisterna de menor capacidad y el SANAA estaba perdiendo dinero”, confirmó Hernández.

Foto: El Heraldo

Actualmente, el SANAA registra ingresos alrededor de 2.6 millones de lempiras mensuales en verano, mientras que en invierno la cantidad se reduce a 1.5 millones, solo en concepto de venta de agua a camiones cisterna. En promedio se están recaudando alrededor de 18 millones de lempiras.

Cifras duplicadas
En los últimos tres años, el SANAA ha recaudado más de 46 millones de lempiras, casi el doble de los ingresos que se reportó en los últimos tres años antes de que el ente distribuidor de agua comenzara con el proceso de municipalización.

En lo que va del año (hasta el mes de septiembre), a las arcas del ente distribuidor del vital líquido han ingresado más de 15 millones de lempiras por la venta de agua a los camiones cisterna.

Para este año, las autoridades del ente distribuidor de agua potable esperan recaudar cerca de 25 millones de lempiras.

Asimismo, Hernández contó que no solamente los cambios administrativos han hecho que el SANAA registre más ingresos. “No se habían inscrito varios camiones y ahora han aparecido nuevas colonias, eso ha incrementado los ingresos”.

Sin infraestructura
En la capital existen más de cien barrios y colonias que aún no cuentan con la infraestructura necesaria para recibir el servicio de agua potable, por lo que se ven obligados a comprar el barril del vital líquido a un precio de 40 lempiras, dependiendo de la colonia donde residan.

Hasta cinco veces llega cada camión a las estaciones de llenado, para abastecer sus cisternas y luego comercializarlas en los barrios y colonia del Distrito Central.

Miles de capitalinos aún no cuentan con el servicio de agua potable y se ven obligados a abastecerse del vital líquido por medio de los camiones cisterna.

“Es una grosería que aun no contemos con agua potable, a las autoridades parece no interesarles”, expresó Emelda Cruz, una vecina de la colonia Los Pinos, quien tiene que destinar hasta 35 lempiras para un barril de agua.

Asimismo, una vecina de la colonia Villa Nueva, que prefirió omitir su nombre, dijo que “es una barbaridad que a uno le vendan el agua hasta a 40 lempiras cuando ellos la compran a menos de un lempira, las autoridades deberían de regular el precio”.

El SANAA estaba perdiendo millones en el servicio de agua, “había casas que pasaban a ser negocios y se les seguía facturando como una casa normal”, afirmó Hernández.