Las palabras de apertura del megaparque del zoológico Rosy Walther quedaron eclipsadas por el graznido de un grupo de patos y el relincheo de “Joche” el poni.
En los discursos no se escondió ni un gesto de emoción, pero más apantallante para el público fue ver a los conejos en su escondite y a los cerditos comer sin parar.
Así se llevó a cabo ayer la inauguración del nuevo parque Convive, localizado en el recinto animal del parque El Picacho, encumbrado en El Hatillo de Tegucigalpa.
A las 4:00 de la tarde se citaron autoridades del gobierno central, empresarios y directivos de la fundación Convive para abrir el hogar donde están los nuevos compañeros de Bruno el tapir y Oky la inmensa avestruz.
“Este proyecto junto a otros transformaciones del zoológico va a ser algo impactante”, declaró el presidente Juan Orlando Hernández.
Y desde la apertura de la obra de inmediato saltaron a la vista los atractivos de la pequeña granja doméstica y los rústicos juegos infantiles.
Contacto con la naturaleza
El proyecto, valorado en ocho millones de lempiras, destaca por su perfil amigable a la naturaleza, teniendo en cuenta el espeso bosque del sitio.
“Se tocó mínimamente la topografía del sector, se tocaron pocos árboles, porque es un diseño relacionado con la naturaleza”, explicó José Paz, ingeniero a cargo de la obra.
Sin duda, lo que impresionará a los más pequeños del hogar será el establo, punto de contacto para el paseo del poni, así como patos,gallinas, ganzos, conejos y ovejas.
Servirá para educar a la gente, explicó Sindy Lagos, directora del zoológico, oficialmente llamado Centro de Conservación de Especies Rosy Walther.
La diversión está garantizada para todos, afirmaron los encargados, puesto que en el área de juegos infantiles de madera y de arte en piedar también hay columpios para niños con discapacidad.
Más ecosistemas
En el evento se aprovechó para realizar el encendido oficial del nuevo sistema de iluminación LED.
Estos son apenas dos de varios proyectos que cambiarán el hábitat de los más de 400 animales del Rosy Walther.
Nuevos senderos, recintos, edificios, un cambio de entrada y obras anexas encierran esta inversión de 16 millones de lempiras y cuyos detalles se guardan en casi secreto.
Asimismo, en marcha está la adquisión del equipo médico para poner en funcionamiento el hospital veterinario
