El mortal aedes aegypti empieza a perder la reñida contienda contra la población capitalina.
Al menos es lo que indican las estadísticas más recientes de la Región Sanitaria Metropolitana del Distrito Central sobre los casos de dengue grave.
En la semana epidemiológica semana 30 (del 21 al 27 de julio) se contabilizaron 35 casos del tipo grave, anteriormente conocido como hemorrágico.
Mientras que en la semana 31 (del 28 de julio al 3 de agosto) se registraron apenas siete, lo que supone un pronunciando descenso de 28 casos, o sea un 80 por ciento.
Por otra parte, el dengue no grave alcanzó a 391 personas en la semana 30, pero en el siguiente período este fenómeno se fue a la alza, pues se reportaron 446 enfermos.
Las autoridades sanitarias argumentaron que la reducción del dengue grave y el incremento del no grave es un indicador alentador sobre los efectos de los programas de control y prevención.
El aumento en la incidencia del tipo clásico obedece a que los casos de dengue se detectan tempranamente, por lo que se diagnostican en su etapa inofensiva (no grave) y no llegan hasta la hemorrágica, sostuvieron.
Según los expertos, lo primordial es controlar los padecimientos del tipo grave.
Año fatal
Pero, indudablemente, el 2013 estará marcado por ser un período en que las autoridades locales tiraron por la borda la excelente campaña del 2012, cuando hubo una reducción del 50 por ciento.
En el acumulado hasta la semana 31 del 2013, se registran 3,944 casos del dengue no grave y 242 del no grave.
Mientras que hasta el mismo término del año pasado se reportaron apenas 895 padecimientos no graves y 81 graves.
Lo anterior indica un alarmante aumento en 3,049 enfermos de los casos inofensivos, que representa un repunte del 341 por ciento.
En tanto, los capitalinos con el vector del tipo mortal incrementaron en 161, o sea un alza del 198 por ciento.
Las autoridades anunciaron que esta semana continuarán las fumigaciones.
