Tegucigalpa, Honduras
No lucieron vestimentas de reconocidas marcas de ropa, pero su delicada elaboración y mensaje ambiental les colocaron la mejor etiqueta.
Y es que varios estudiantes impusieron el estilo de las tres R al lucir creativos y llamativos atuendos elaborados con material que quizá estaba listo para ser desechado.
Viejas bolsas plásticas y retazos de papel sustituyeron a la seda y el chifón para confeccionar la vestimenta de preciosas niñas que adornaron los stands de las Escuelas Amigables con el Ambiente.
Por ejemplo, Genésis Palma portó con elegancia un deslumbrante vestido dorado elaborado con tapas de botellas, retazos de revistas, pajillas y aluminio.
Una delicada sombrilla dorada fue el accesorio ideal para realzar la belleza de la pequeña Génesis.
Mientras que Gabriela Hernández cautivó a los capitalinos que transitaban por la plaza central Francisco Morazán con un vestido verde elaborado con bolsas de plástico y decorado con flores de papel.
También capturaron miradas los niños que con accesorios como gorras y chalecos que le dieron una nueva oportunidad a materiales como el papel y bolsas de golosinas.
La Megaexpoferia del Reciclaje que se realizó como parte de las actividades de la campaña Escuelas Amigables con el Ambiente también fue una oportunidad para que los alumnos de los centros educativos pudieran compartir los conocimientos que les han sido inculcados con cientos de capitalinos.
Con láminas informativas se expuso sobre formas adecuadas de prevenir enfermedades como el dengue.
La música no podía faltar en este ambiente de alegría, por lo que los niños comenzaron a sonar maracas hechas con latas y botes durante el evento.
