TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El daño severo que los humanos provocan a la naturaleza tiene graves consecuencias que impactan a todos los seres vivos debido a la alteración de los ciclos vitales.
Es el caso de lo que está sucediendo en la capital, donde la ciudad se ve envuelta en humo con altos niveles de contaminación que pueden ser peligrosos para la salud.
Este fenómeno ha obligado a las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) a activar la alerta roja en el Distrito Central hasta que el viento y la lluvia puedan disipar el aire contaminado.
Sin embargo, para los campesinos, estos cambios climáticos también provocan que las primeras precipitaciones sean lluvias ácidas contaminantes que se descargan contra el suelo, produciendo ciertos daños en los cultivos.
“Estas lluvias pueden afectar los cultivos, principalmente los que están en la etapa de crecimiento, por la contaminación que hay en la atmósfera”, advirtió Anael Martínez, productor de hortalizas y de granos básicos de la comunidad de Yerbabuena, Lepaterique.
El campesino manifestó que años anteriores fueron afectados por este cambio climático, por lo que se preparan con insumos de prevención y curación para proteger las siembras.
Expertos
El director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), Francisco Argeñal, negó que las primeras precipitaciones no afectan mucho a las siembras, pues “no son lluvias ácidas como las que se dan en Europa, donde destruyen el bosque o los cultivos”.
Mencionó que la mayor parte de la contaminación cerca de Tegucigalpa es provocada por los vehículos que circulan. “Para el resto del país, es humo y partículas de ceniza que de alguna manera son portales de nitrógeno que fertilizan el suelo”.
Sin embargo, mencionó que estas lluvias pueden ser dañinas para la salud de las personas que se expongan. Por su parte, Jorge Villalobos, excoordinador agropecuario del Instituto Nacional Agrario (INA), refirió que el fenómeno de la lluvia ácida no afecta las semillas que están germinando.
“Lo importante aquí es que el suelo tenga humedad y que llueva de una forma constante para obtener producción”, consideró el experto.
Villalobos analizó que estos trastornos en la naturaleza han causado daño en el ciclo de la lluvia, ya que se producen microclimas que provocan que, mientras en un lugar llueve, en otro cercano está absolutamente seco el suelo.
Consideró que estas son inestabilidades que al final tienen consecuencias en la producción debido a la falta de agua en el lugar sembrado. Según los pronósticos del Cenaos, hasta la segunda mitad de mayo se comenzarán a reportar lluvias con mayor frecuencia en la ciudad.
No afecta
Marco Tulio Martínez, alcalde de Tatumbla, expresó que por la cercanía del municipio con el Distrito Central, este también se ve afectado por la bruma.
“En la mañana y en la tarde este lugar se ve lleno de humo, lo que pasa que en la ciudad se le da otro realce”, consideró.
En cuanto a las lluvias ácidas, mencionó que estas no tienen ningún problema en los cultivos, ya que “la mayoría de los campesinos siembran de riego y se ubican en la parte más alta del municipio”.
Agregó que a los agricultores se les ayuda con proyectos de caminos productivos para que puedan sacar el producto a la ciudad.
El alcalde mencionó que el gobierno ayudó con un presupuesto de dos millones de lempiras para mejorar las rutas de las zonas productivas del municipio. Tatumbla es productor de hortalizas y granos básicos que vienen a la capital.