TEGUCIGALPA,HONDURAS.- Su trabajo es de domingo a domingo, madrugan y no hay tempestad que los detenga.
Por años, la venta de la realidad narrada en las páginas de los periódicos ha sido su negocio.
Los canillitas, esos acuciosos hombres y mujeres que vociferan y recomiendan las noticias del día, se encuentran hoy de manteles largos con motivo de la celebración del 28 aniversario de fundación de la Asociación Nacional de Canillitas de Honduras (Asonach).
Esta organización alberga en la capital a 130 profesionales de la venta de periódicos, quienes en su mayoría han dedicado sus años a mantener informados a los capitalinos a través de referentes noticiosos como EL HERALDO.
“Con este oficio hemos logrado que nuestros hijos se formen, se gradúen y nos sentimos orgullosos de ser canillitas”, expresó María Luisa Flores, presidenta de la Asonach.
Los canillitas son amigos de los amaneceres, pues desde las 5:00 AM se apostan en sus lugares de venta para comenzar la faena diaria. Algunos al finalizar la venta de los ejemplares se dedican a otra actividad, hay quienes aprovechan su puesto y venden libros y revistas y hay otros que se han formado en otro oficio para aprovechar la tarde.
Juan Arévalo, de 68 años, es el abuelo de los canillitas, y considera que el éxito de la venta de los diarios es la noticia del día, por lo que es importante leer el contenido para poder vender los ejemplares, además que de esta manera pueden orientar a un cliente en la búsqueda de los contenidos.
La modernización de la ciudad con sus obras de infraestructura y el retiro de algunos semáforos no han sido del todo favorecedor para este gremio, por lo que han tenido que ingeniárselas para que su clientela siempre tenga a la mano el producto noticioso.
El nombre de canillitas se debe, según algunas versiones, a que los vendedores tenían que correr a todo pulmón para llegar a sus clientes y vender los diarios.
También se le atribuye al dramaturgo y periodista uruguayo Florencio Sánchez, que hace mención en uno de sus escritos de un niño vendedor de diarios con pantalones cortos que muestran sus “canillas”.
