TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Falta poco para que se celebren las fiestas navideñas, pero con el jolgorio vienen situaciones adversas para algunos de los pequeños del hogar, ya sea por descuido o por mera curiosidad.
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Para esta temporada, los niños tienen un mayor riesgo de sufrir de una quemadura que en el resto del año debido a que las ventas de pólvora se incrementan y con ellas las demandas del hogar, por lo que un menor está más propenso a resultar lesionado por cualquiera de las dos realidades. Sin embargo, la capital cuenta con la Fundación por la Vida del Niño Quemado (Fundaniquem), donde los padres de familia pueden llevar a sus hijos, en caso de que los pequeños tengan alguna herida por el fuego o que les cayó un líquido caliente.
Omar Mejía, director de Fundaniquem, explicó que “desde la pandemia para acá se han atendido más de 850 niños, ahora estamos atendiendo de uno a dos niños por día y este es un hospital de referencia nacional”. Agregó que “las mayorías de las quemaduras que se producen son por escaldadura- quemaduras por agua caliente- ya sea por cafés, sopas calientes y el agua para el baño.
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El sitio donde se producen más quemaduras es en las cocinas, porque los niños andan detrás de sus madres y es ahí donde le caen las sopas”.
¿Cómo ingresar?
Para los padres o familiares que quieran llevar a su pequeño deberán presentarse en el Centro Hondureño para el Niño Quemado (lugar donde está Fundaniquem), que queda en Altos del Trapiche, y el menor deberá tener una lesión de un 10% de su cuerpo.
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En el establecimiento atienden quemaduras de segundo y tercer grado, que son las más profundas, pero también las que son leves.
Cabe destacar que en la capital, la mayor parte de niños proceden de las áreas marginales, pero no es motivo para descuidar a los pequeños.
