El paulatino cambio del volumen de medida en la venta de combustibles de galones a litros ha generado descontento generalizado en los consumidores.
En las gasolineras los bomberos luchan para sacar la conversión con calculadoras y justificar ante los clientes la cantidad de combustible con la cual llenan sus tanques.
Hasta los administradores de las estaciones de servicio permanecen a la par de los despachadores para asegurarse que se realicen de forma correcta los cálculos.
“Muchos de los clientes se quejan porque deben ocupar parte de su tiempo en procesar que un galón equivale a 3.785 litros y hay que explicarles”, aseguró Alexander Velásquez, administrador de una gasolinera capitalina.
En muchas estaciones aún se realizan los ajustes en el equipo y se cobra doble para poder tasar el precio de 100.79 lempiras por el galón de gasolina súper.
Esta alternativa solo la podrán ejecutar hasta el 13 de octubre, según lo dictaminó el comunicado de la Comisión Administradora del Petróleo (CAP), el pasado viernes.
En el mismo se establece que las gasolineras tienen un plazo de 30 días para acatar la nueva unidad de medida.
Confusión anunciada
La directora de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe), Sarahí Silva, aseguró que los gasolineros ya habían advertido al gobierno sobre los riesgos de imponer esta medida de manera abrupta.
“Nosotros propusimos que se ejecutara cuando estuvieran listos todos los cambios técnicos en bomba para socializar la medida y evitar las grandes confusiones que ahora se están dando”, dijo.
La titular de Ahdippe dejó sentado que los gasolineros no se oponen a la medida, pero sí solicitan al gobierno una reunión para evaluar los contratiempos que se están presentando para ejecutarla.
“Mucho se ha especulado si es que a los gasolineros nos conviene este cambio de medida, la realidad es que no”, agregó.
Silva indicó que en cierta medida es al gobierno al que favorece porque no es lo mismo decir que el galón de combustible subió un lempira a decir que el litro subió 0.30 centavos de lempira.
El análisis de Silva es compartido por muchos capitalinos, que ven la conversión de medida como una cortina de humo.
Roberto Domínguez, un operador de taxi, aseguró que ahora todos los ciudadanos van a ver los precios de los combustibles como algo barato.
“Un litro de combustible cuesta menos que un galón y así de litro en litro nos van a ir engañando”, dedujo el ruletero.
El análisis de Domínguez no se aleja de la realidad, pues mientras el galón de gasolina Súper se cotiza en 100.79 lempiras, un litro cuesta 26.63 lempiras.
Y si un galón incrementa su precio en un lempira, en un litro solo se vería reflejada una variación de 0.26 centavos de lempira.
Lento cambio
Para colmo de males el proceso de traslado a la nueva unidad de medida es engorroso pues hay pocos técnicos para realizar los cambios en cada una de las bombas dispensadoras.
“Este trabajo se tiene que hacer bomba por bomba en cada una de las al menos 95 gasolineras que existen en la capital y tenemos poco personal”, detalló Silva.
Además reveló que la Ahdippe solo aglutina al 57 por ciento de los propietarios de gasolineras y solo en este radio de acción pueden hacer los controles para no afectar al consumidor.
El 43 por ciento restante de las gasolineras son propiedad de petroleras extranjeras.
Por lo cual no se descarta que se solicite al gobierno una ampliación del plazo para realizar la transición.
Pero el principal temor de la población es que los bomberos no les entreguen la cantidad