TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las tablas entrecruzadas dan soporte al inestable palacete histórico y se resisten a dejar caer la invaluable riqueza cultural del Museo de Historia Republicana Villa Roy.
El memorable inmueble de historia hondureña se ubica en un terreno con una falla geológica en el barrio Buenos Aires, y debido al fenómeno natural el museo cerró sus puertas desde hace más de 11 años.
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A lo largo de este tiempo, las soluciones han quedado rezagadas, lo preocupante es que mientras se espera un verdadero rescate del edificio, el deterioro avanza con amenazas reales de que lleguen a ceder.
La grietas se expanden en las paredes, las tablas de madera evitan la caída de la valiosa arquitectura y el plástico que acuerpa las zonas dañadas busca reducir el daño de las lluvias que de nuevo se han reactivado.
El gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Rolando Canizales, manifestó a EL HERALDO que su gestión busca implementar un proyecto que no solo trate de restaurar o conservar el inmueble, sino también que incluya obras para estabilizar la colina donde está el histórico museo.
Canizales explicó que actualmente revisan los estudios que han realizado en años anteriores del inmueble para determinar qué estrategia seguir, para así conocer cómo se encuentra el terreno y los cambios o avance de la falla en el transcurso del tiempo.
Al igual informó que estos proyectos resultan ser muy costosos en el afán de estabilizar el terreno, pero no han solventado el problema. Se han invertido alrededor de 30 millones de lempiras en los últimos años, detalló.
“Todo dependerá de lo que nos diga la actualización de los estudios, un proyecto de estos pueden superar fácilmente los 80 millones de lempiras”, expresó.
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El funcionario comentó que hay varias vías para obtener estos fondos, ya sea por la cooperación extranjera y los fondos que lleguen a contar con algunas instituciones estatales.
“Vamos a conservar el inmueble, tengan la seguridad que haremos los esfuerzos y las gestiones para que los hondureños no perdamos este patrimonio para que podamos visitarlo y también ver parte de nuestra historia”, prometió.
Para el historiador Edgar Soriano, la falta de proyectos para restaurar el edificio se debe a la poca intencionalidad y la capacidad de hacer un proceso de gestión. En ese sentido, considera que es una responsabilidad del Estado rescatar este bien patrimonial.