Más de 200 mil capitalinos se espera que conozcan el primer templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días construido en la capital y considerado el más grande de Centroamérica.
Anteriormente sus integrantes asistían al templo de Guatemala o al de Arizona, Estados Unidos, que eran los más cercanos.
Sin embargo, para que los hondureños puedan encontrar la paz que siempre han anhelado, los miembros de la congregación cristiana anunciaron su apertura para el próximo 9 de febrero.
Durante 22 días, la recién terminada obra religiosa estará abierta al público con el propósito de que más personas conozcan las ordenanzas sagradas y se acerquen a Jesús.
La gente que lo visite podrá hacer recorridos guiados de 40 minutos. El interior del edificio no tiene la apariencia de una catedral, sino que consta de una cantidad de salas que serán develadas durante la Casa Abierta.
Desde la entrada del templo hay una explicación divina. Para el caso, hay una sala de sellamientos donde se llevan a cabo matrimonios no solo por esta vida sino por la eternidad y donde los hijos pueden ser ligados a sus padres para que cuando ellos resuciten o mueran todavía el vínculo familiar se mantenga entre ellos.
“Todos los miembros estamos muy felices por este acontecimiento divino que va a cambiar la vida no solo de los santos, sino de todo el pueblo hondureño”, vaticinó German Laboriel, líder de la IJSUD.
Majestuoso templo
En Honduras es el primer templo edificado de esta magnitud y el quinto en el istmo.
Se escogió un extenso terreno ubicado en la residencial Roble Oeste para levantar la Casa del Señor, como la denominan sus miembros. A la fecha la Iglesia cuenta con unos 160 mil miembros en toda Honduras, de los cuales 50 mil están en el Distrito Central.