Monumental, impecable paisajismo, diseño ingenioso y erigido bajo la dirección de mentes maestras y fuerza de trabajo netamente hondureña.
Estas fueron parte de las bondades que las autoridades destacaron ayer en la inauguración del Intercambio Milenio, una moderna obra de infraestructura en la salida al norte.
Y con el corte oficial del imponente proyecto, los entes involucrados concluyeron oficialmente la rehabilitación de la carretera CA-5.
Es así que el interconector se complementa con la recuperación y ampliación del tramo del Río de Hombre, el puente de El Carrizal y la culminación del anillo periférico para transformar el norte de la capital en un polo de desarrollo.
Según los expertos, el Intercambio Milenio representa la obra de infraestructura vial de mayor envergadura construida en Honduras, al sortear las dificultades morfológicas del terreno y canalizar eficazmente el tráfico.
Cabe señalar que el proyecto fue cofinanciado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y ejecutado por la Corporación Desafío del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés) en Honduras.
Evento
El evento de inauguración, desarrollado en la salida al norte, concentró a representantes del Poder Ejecutivo, la Alcaldía Municipal, BCIE, Cuenta del Milenio y empresas contratistas.
En ese sentido, estuvieron presentes Porfirio Lobo Sosa, presidente de la República; Marco Bográn, director ejecutivo de la Cuenta del Milenio; Alejandro Rodríguez, vicepresidente ejecutivo del BCIE; Ricardo Álvarez, edil capitalino; entre otros invitados.
El presidente Lobo destacó la modernidad y el paisajismo que imprime la obra, así como la manera transparente en que se manejaron los 440 millones de lempiras (22 millones de dólares) que costó el proyecto.
En ese sentido, agradeció a la MCC por la fineza de la obra, ya que también es un engranaje valioso para estructurar el anhelado proyecto del Canal
Seco, un corredor de alta velocidad que conectará el norte y el sur de Honduras de manera fluida.
Por su parte, el director ejecutivo de la Cuenta del Milenio destacó la participación de expertos y mano de obra hondureña en la edificación del imponente desnivel.
Y es que la construcción generó unos 500 empleos, bajo la dirección de las empresas nacionales Eterna, como ejecutor, y la Asociación de Consultores en Ingeniería (ACI), como diseñador y supervisor.
Por lo que, “creo que además de agradecer a los cooperantes, los hondureños nos merecemos un gran aplauso”, reflexionó Bográn.
Mientras que el vicepresidente ejecutivo del BCIE reafirmó el respaldo económico que el organismo regional proyecta con Centroamérica, particularmente hacia Honduras, sobre todo en materia de infraestructura vial.
“Este proyecto de Intercambio del Milenio, en particular, permitirá mejorar la circulación y fluidez vehicular de sus usuarios, además de facilitar el tránsito de las mercancías y productos hondureños hacia otros mercados”, argumentó.
Asimismo, recordó que el BCIE cofinanció la obra con un desembolso de unos 400 millones de lempiras (19.9 millones de dólares), mientras que el resto corrió por cuenta del MCC.
Por su parte, el edil municipal expresó que “tenemos la obra más grande e impresionante de una entrada de la capital de la República. Estamos dejando una ciudad mejor”.
Diseño
Construir el Intercambio Milenio fue un reto para los expertos, ya que el diseño debía contrarrestar la topografía del terreno y el pesado tráfico.
El objetivo era canalizar y desviar el tráfico interurbano y urbano que interactúa por el bulevar Fuerzas Armadas (FF AA), la carretera al norte y el anillo periférico.
En ese sentido, los ingenieros edificaron un paso a desnivel para conectar directamente la salida del anillo periférico con la carretera al norte
Asimismo, el corredor periférico posee una rampa de ingreso a través del eje carretero y una de salida hacia el bulevar Fuerzas Armadas (FF AA).
Lo anterior permite que el flujo de vehículos entre la carretera al norte y el bulevar FF AA no se interrumpa.
Asimismo, a medida se aproxima al paso a desnivel, se añade un carril en cada eje de la carretera CA-5 -en total se forman ocho carriles en ese punto-, lo que permite canalizar el tráfico hacia y desde los nuevos accesos.
Por ello, con sus carriles diferenciados, el proyecto consta de 1.3 kilómetros de longitud, a fin de desviar el tráfico urbano hacia el FF AA; y el interurbano, al anillo periférico.
Y es que por el tramo transitan diariamente unos 20 mil vehículos, de los cuales el 30 por ciento representan transporte de carga pesada (unas 6,000 rastras, furgones y camiones), según los estudios realizados.
Asimismo, para mantener una circulación operativa promedio de 50 kilómetros por hora se edificó un retorno a desnivel por debajo de la carretera.
La obra también incluye un puente peatonal de 43.5 metros de longitud y seis metros de altura, adornado con un arco de 13.15 metros de alto.
Este diseño garantiza que la obra también podrá contener el pesado tráfico de 50 mil automotores que habrá dentro de cinco años, según proyecciones.
Mientras que los 26 centímetros de espesor de concreto hidráulico, así como un mantenimiento adecuado, aseguran una vida útil de unos 20 años.
A la vez, sobresalen unos 30 mil arbustos plantados en 16,380 metros cuadrados que detonan en un paisajismo impecable.
Mientras que las 152 lámparas LED que brillan en la noche imprimen un toque futurista.