TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El covid-19 trazó un antes y un después en la empresa más importante de la sociedad: la familia.
Desde hace casi 30 años, en el país se dedica el mes de agosto, que inicia mañana, para exaltar la importancia de la institución familiar.
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Este 2021 es el segundo año consecutivo en que los capitalinos tendrán que vivir este mes en medio de una pandemia.
Según la Encuesta Permanente de Hogares de 2018 que realizó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Honduras hay más de nueve millones de habitantes distribuidos en más de 2.1 millones de hogares, es decir, que en promedio hay cuatro personas por familia. De esa cifra, más de 700 mil hondureñas son jefas de hogares. La misma fuente cita que más del 40% de los hogares viven en condiciones de extrema pobreza, y durante la pandemia la cifra sigue en aumento.
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Para la familia González Castro, pobladores de la Aldea Suyapa, el covid-19 vino a perjudicar sus ingresos económicos. Doña Socorro, jefa de la familia, relató a EL HERALDO que a finales de 2019 sufrieron la pérdida física de su esposo. “La muerte de Agustín (esposo) nos afectó económica y psicológicamente, con lo poco que él recibía de la pensión nos ayudaba a subsistir, pero eso se perdió, aún no supero su muerte”, dijo conteniendo el llanto la humilde capitalina. Sin embargo, esa familia asegura que se mantiene unida y que la pandemia fortaleció su lazo familiar.
Para el sociólogo Pablo Carías, las familias están afectadas y el confinamiento creó un abismo que impide el paso de la comunicación.
“El hecho de estar 24 horas en contacto generó cierto daño afectivo”, explicó Carías.
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Fortalecimiento de la fe
Por su parte, la Iglesia Católica reconoció que las familias, al igual que las instituciones, se sumergieron en una crisis durante la pandemia.
“Como Iglesia nos ha tocado mediar algunos conflictos familiares, pero también hemos sido testigos que en los hogares se ha fortalecido la fe a través de los sacramentos y la atención espiritual”, dijo el rector de la Basílica Menor de Suyapa, el padre Carlo Magno Núñez. Para fortalecer la fe, las autoridades eclesiásticas realizarán durante todo agosto conferencias y campañas de sensibilización en las diferentes parroquias de la capital.
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A esas acciones en pro del fortalecimiento de la fe se suma la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), quienes programarán conferencias y charlas con el fin de rescatar y fortalecer hogares y las replicarán a través de las plataformas virtuales para que todos los integrantes de la familia participen, debido a que con la pandemia es limitada la presencia de personas en los centros religiosos.
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